Caldas da Rainha (Portugal), 27 oct.- El supuesto etarra Andoni Zengotitabengoa, acusado de montar en suelo luso un arsenal destinado a cometer atentados en España, volvió a sentarse hoy en el banquillo ante el tribunal que le juzga por actividades terroristas.
La tercera vista del juicio, iniciado el pasado 13 de septiembre comenzó con retraso y en medio de fuertes medidas de seguridad en el tribunal de Caldas da Rainha, a unos 100 kilómetros al norte de Lisboa y a sólo diez del chalet alquilado por el acusado en el que se encontró una tonelada y media de explosivos.
En la sesión de hoy declaran varios agentes policiales relacionados con el hallazgo del arsenal de la organización terrorista ETA, en febrero de 2010, y la huida de Zengotitabengoa, capturado un mes después en el aeropuerto de Lisboa, cuando intentaba viajar a Venezuela.
El juicio debería haber concluido tras la sesión celebrada el pasado día 4 de este mes, pero la defensa retrasó su final al pedir varios testimonios y una investigación de supuestas contradicciones y coacciones en las declaraciones de algunos de los cerca de cuarenta testigos que han comparecido.
La mayoría de ellos son agentes y expertos policiales, comerciantes y vecinos del chalet alquilado por Zengotitabengoa y otro presunto etarra, Oier Gómez Mielgo, que reconocieron al acusado y a su cómplice y relataron sus andanzas en Portugal y el mortífero depósito de sustancias explosivas que ocultaban.
Tras los cuatro días que ya ha durado el juicio (13 y 14 de septiembre y 3 y 4 de octubre), el tribunal de Caldas de Rainha espera ahora concluirlo mañana, viernes, aunque una anunciada huelga de funcionarios en la jornada final podría llevar a su suspensión.
Zengotitabengoa, que está en régimen de prisión preventiva desde marzo de 2010, es el primer supuesto etarra juzgado en Portugal por delitos graves cometidos en este país.
Hoy entró de nuevo sonriente al juzgado, donde un pequeño grupo de allegados le esperaba y le acompañó luego en la sala, en un rito repetido en todas las sesiones del proceso.
La Policía y los fiscales lusos han descrito a Zengotitabengoa como un experto en la fabricación de bombas, con conocimientos avanzados de química y un dominio del inglés y del francés que le hacían un elemento muy útil para ETA.
En el arsenal del chalet de Obidos, una localidad muy cercana a Caldas da Rainha, había bombas listas para ser detonadas, planos de ciudades españolas y anagramas y documentos de la organización terrorista ETA, que este mes anunció el fin de sus acciones armadas tras 52 años de existencia.
El juicio de Zengotitabengoa, que en principio iba a durar dos o tres días, se ha visto alargado por el gran número de testimonios convocados y las reclamaciones de la defensa.
Varios oficiales de Policía dieron cuenta en sus testimonios de la huida precipitada de los dos ocupantes del chalet en febrero de 2010 tras toparse con un control rutinario de tráfico.
Los peritos detallaron las diversas sustancias explosivas, temporizadores, sacos y bidones montados con mecanismos caseros que había en la vivienda, capaces de volar una manzana de casas.
El juicio ha revelado también que ETA utilizaba Portugal como base de apoyo logístico desde 2007, según los informes de la Fiscalía y los documentos policiales presentados en el proceso.
Varios etarras alquilaron o robaron coches en Portugal que después usaron en atentados cometidos en España o en el transporte de explosivos hacia su almacén en territorio portugués.
Otros dos presuntos miembros de ETA, Garikoitz García Arrieta e Iratxe Yáñez Ortiz de Barrón, fueron detenidos en Portugal en enero de 2010 tras huir de un control español cuando trasladaban hacía este país una furgoneta con materiales para fabricar explosivos.
Ambos fueron entregados a la justicia española el año pasado, en tanto Zengotitabengoa, cuya extradición también fue aceptada por el Tribunal de Relación de Lisboa, debe primero responder ante las autoridades lusas de los delitos que se le imputan en este país.
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