Somalia pone en marcha su propia reforma sanitaria

  • Barack Obama no es el único presidente que se enfrenta a la oposición de gran parte de los ciudadanos de su país para realizar una reforma sanitaria. Somalia, y en particular su presidente Ernest Bai Koroma, están dando importantes pasos para poner en marcha un programa sanitario gratuito para mujeres y niños gracias a préstamos internacionales. Pero aún falta de financiación. Esto unido al descontento de los profesionales sanitarios por sus condiciones laborales -que han mantenido una huelga de tres semanas recientemente- está haciendo peligrar la iniciativa.
Kimberly S. Johnson | GlobalPost

(FREETOWN, Sierra Leona).El programa de atención médica gratuita de Somalia se enmarca dentro de las acciones que está llevando a cabo el país africano para recortar sus tasas de mortalidad materna e infantil, que figuran año tras año entre las más altas del mundo.

La tasa de mortalidad infantil es de 89 muertes por cada 1.000 nacimientos, y la de mortalidad materna es de 857 por 100.000 nacimientos, según datos de una encuesta gubernamental realizada en 2008. Uno de cada siete niños de Sierra Leona muere antes de cumplir cinco años.

La tasa de mortalidad infantil en EEUU, en comparación, es de siete muertes por cada 1.000 nacimientos, y la materna es de 13 muertes por cada 100.000 nacimientos (aunque esta cifra está aumentando en los últimos años).En España, la tasa de mortalidad infantil en menores de un año es de 3,8 según datos del Instituto Nacional de Estadística de 2006.

Para mejorar la salud de los niños y de sus madres, el Gobierno de Ernest Bai Koroma ha desarrollado con la ayuda de donantes internacionales, fundamentalmente del departamento británico para el desarrollo internacional (DFID), un programa para ofrecer cuidados médicos gratuitos a los niños menores de 5 años y a las mujeres embarazadas o lactantes. Este departamento ha aportado 53,2 millones de euros a Sierra Leona durante un periodo de 10 años.

De esos fondos, 17 millones se utilizarán para financiar el programa de cuidados sanitarios gratuitos durante los próximos tres años. Unicef ya ha recibido más de 5 millones de euros de los fondos del DFID para repartir medicinas que sirvan para paliar enfermedades como la malaria, la diarrea, la diabetes y la hipertensión, que afectan con frecuencia a mujeres embarazadas.

Koroma ha tenido que emplearse a fondo para vender su plan, que tanto él como su ministro de Salud esperaban poder anunciar a bombo y platillo en mayo. Los detalles exactos del plan se mantuvieron totalmente en secreto hasta que los trabajadores del área sanitaria y los medios locales comenzaron a hacer preguntas.

El juicio y condena del ministro de Salud por delitos de corrupción ha disparado aún más las dudas entre la opinión pública sobre la puesta en marcha de los tan necesitados servicios médicos gratuitos. El vicepresidente del país y el viceministro de Salud están desempeñando actualmente las labores del ministro de Sanidad hasta que se designe uno nuevo.

Los profesionales sanitarios dicen que la idea detrás de la iniciativa impulsada por el presidente es buena, pero que no hay suficientes equipos, ni suministros ni tan siquiera empleados para poder manejar el flujo de mujeres y niños que se espera en cuanto el plan entre en vigor.Las enfermeras dicen que la gente ya está confusa, y que constantemente llegan a los hospitales demandando cuidados gratuitos.

Una enfermera media de cualquiera de los dos hospitales gubernamentales que hay en Freetown cobra unos 38 euros al mes de sueldo. Un médico gana aproximadamente el doble. Dicen que con frecuencia utilizan dinero de su propio bolsillo para comprar guantes de látex para evitar contagios de infecciones o enfermedades como el sida cuando trabajan con los pacientes.

Y eso que sus sueldos no son suficiente para cubrir necesidades básicas como el alquiler de una vivienda o los gastos de comida, aseguran algunas de las enfermeras consultadas. Un saco grande de arroz, por ejemplo, puede costar unos 23 euros.

“Estoy convencido, y mi Gobierno también lo está, de que la mayor parte de los temas que habéis planteado son justificados”, dijo el presidente Koroma a unos 200 trabajadores en huelga el mes pasado. “Asumo toda la responsabilidad. Si se hubiese consultado antes... quizás no estaríamos en la situación en la que estamos ahora”.

La huelga de tres semanas de médicos y enfermeras terminó a finales de marzo, con el compromiso del Gobierno de duplicar el salario de los trabajadores sanitarios. Durante la huelga, los hospitales de Freetown estuvieron atendidos por personal militar.

El presupuesto anual de Sierra Leona para sueldos de profesionales sanitarios es de 4,5 millones de euros, pero está previsto que pase a ser de 9,4 millones para cumplir el compromiso de duplicar los salarios.Koroma todavía no cuenta con todo el dinero necesario para aplicar su plan, y el Ejecutivo ha acudido de nuevo a la comunidad de donantes internacionales para pedirles 8,5 millones de euros más.

“Hemos recibido 3,5 millones de euros, pero todavía nos falta”, dijo el presidente a los trabajadores. “Se trata de una situación especial, para que un grupo especial de gente pueda aportar servicios especiales para salvar a Sierra Leona”.

Aún hoy no está claro cuánto dinero le falta al Gobierno para hacer que el proyecto salga adelante.Charly Cox, asistente técnico el ministerio de Salud, asegura que el tema del personal es sólo una parte del sistema sanitario que se tiene que reformar, pero que los hospitales también necesitan “electricidad y agua corriente, equipos y medicinas”.

“Estamos muy satisfechos con que los trabajadores hayan vuelto a sus puestos”, afirma. “Estamos ante una oportunidad para cambiar el sistema de la salud en Sierra Leona”.

Cox dice que el plan va mucho más allá de ofrecer un aumento de sueldo al personal médico y abrir las puertas a mujeres y niños. El ministerio está enviando a trabajadores del sector a otros países de África occidental para recibir formación adicional.

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