La sonrisa de Mohammed, el niño iraquí que escapó de un francotirador del 'EI'

  • Vive en un campamento de desplazados en el norte de Irak y ha recuperado la sonrisa con su vuelta al colegio.

    Cuando llegaron las fuerzas de seguridad iraquíes a Mosul, Mohammed y otras personas corrieron hacia los efectivos pero un francotirador abrió fuego contra ellos.

La sonrisa de Mohammed, el niño iraquí que escapó de un francotirador de Estado Islámico
La sonrisa de Mohammed, el niño iraquí que escapó de un francotirador de Estado Islámico
L.I./Agencias
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Mohammed tiene trece años y ya sabe lo que es vivir bajo el yugo de Estado Islámico, el grupo terrorista que cambió su vida y la de su familia y que le dejó sin opciones de seguir estudiando.

Ahora vive en un campamento de desplazados en el norte de Irak y ha recuperado la sonrisa con su vuelta al colegio pero pudo haber muerto por los disparos de un francotirador del grupo yihadista. "La vida bajo el control del Estado Islámico era muy difícil porque no había trabajo y azotaban y golpeaban a la gente", relata el pequeño, en declaraciones a UNICEF, la agencia de Naciones Unidas que gestiona la escuela en la que Mohammed ha vuelto a clase.

"Cambiaron todos los currículos escolares y los empeoraron mucho. Si queríamos estudiar nos obligaban a pagar 30.000 dinares. A duras penas ganábamos 10.000 para comprar comida, así que tuve que dejar el colegio. Me deprimí mucho. Pensé que jamás podría volver a clase hasta que las fuerzas de seguridad llegaron y me liberaron", señala.

Mohammed explica que, durante la operación militar para liberar a Mosul de Estado Islámico, un mortero alcanzó su casa, por lo que se fue con su familia a casa de su tía. "Estábamos atrapados en una habitación. Nos quedamos allí unos dos, tres o cuatro días", recuerda.

Cuando llegaron las fuerzas de seguridad iraquíes a esa zona, Mohammed y otras personas corrieron hacia los efectivos pero un francotirador abrió fuego contra ellos. "Estado Islámico abrió fuego contra nosotros y alcanzó a mucha gente, que cayó allí mismo. El francotirador estaba detrás de nosotros disparando. Conseguimos llegar hasta las fuerzas de seguridad, que nos recibieron. Después, nos llevaron a un campamento en el norte de Irak", cuenta.

La historia de Mohammed refleja las dificultades que han vivido cientos de miles de niños desde que el grupo terrorista Estado Islámico comenzó a arrebatar territorios a las fuerzas iraquíes hace más de dos años. Desde 2014, más de 1,5 millones de niños se han visto obligados a abandonar sus hogares en Irak por culpa de la violencia, según UNICEF.

"Me entristecería mucho si aquí cerraran las escuelas porque el colegio se ha convertido en nuestro segundo hogar", explica el pequeño. "Tengo la esperanza de que encontremos trabajo y podamos reconstruir nuestro futuro, ayudar a nuestro país y a nosotros mismos, a nuestras familias y a toda la sociedad", concluye Mohammed, antes de regresar a su clase en las instalaciones de UNICEF en un campamento de desplazados en el norte de Irak.

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