Suecia quiere que los países ricos paguen a los pobres por proteger el medio ambiente

  • La proteción del medio ambiente es uno de los objetivos fundamentales del país nórdico en su período de presidencia de la UE. Recoge el testigo de la polémica gestión checa.
El presidente de la Comisión Europea Durao Barroso junto a los miembros del Gobierno sueco en la ceremonia de traspaso de poderes | Reuters
El presidente de la Comisión Europea Durao Barroso junto a los miembros del Gobierno sueco en la ceremonia de traspaso de poderes | Reuters
Teri Schultz – GlobalPost para lainformacion.com
Teri Schultz – GlobalPost para lainformacion.com

BRUSELAS - Para cerrar sus seis meses al frente de la presidencia de la Unión Europea, la República Checa escenificó el paso del testigo con un barril de cerveza. Al parecer los funcionarios checos escogieron la despedida de la presidencia europea para decirle al mundo que su país es el mayor consumidor de cerveza per cápita del mundo.

En medio del río Vltava, en el centro de Praga, los checos pasaron de un bote de remo a otro un barril de 42 kilos. Los espectadores miraban sorprendidos y confundidos mientras las embarcaciones se reunían en el medio del río. Los checos estaban representados por un avergonzado Stefan Fule, ministro de Asuntos Europeos, y su predecesor, el siempre alegre y conocido Alexandr Vondra. Del lado sueco, la antorcha la recibía Rolf Ericsson, encargado de negocios de la embajada sueca. La ceremonia se selló con un apretón de manos que hizo tambalear las embarcaciones.

No era la primera vez que el comportamiento checo provocaba alguna mirada de reprobación. Praga había promovido su paso por la presidencia de la UE con una campaña de relaciones públicas en la que prometía más dulzura para la UE. El problema es que la palabra endulzar en checo también puede significar hostigar. Y el gobierno checo en varias oportunidades hizo sospechar que este último significado era el que realmente tenía en mente.

Actuación controvertida

Una aparición del presidente checo Vaclav Klaus, abiertamente euro-escéptico, ante el Parlamento Europeo hizo que algunos legisladores abandonaran la sala cuando comparó la UE con la ex Unión Soviética. Por otra parte, el entonces primer ministro Mirek Topolanek calificó el plan de estímulo económico del presidente Barack Obama como un "camino al infierno", un día después que su gobierno perdiera un voto de confianza en el parlamento checo. Dicha votación obligó al cambio del gobierno en medio de la presidencia de la UE y a pocos días de la visita de Obama a Praga para una cumbre Europa-EEUU.

Además, antes que acabara la presidencia checa, Topolanek–que ya había abandonado el gobierno- resultó ser uno de los invitados desnudos que retozaba en la piscina de la mansión del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, en Cerdeña.

Todo fue demasiado para Bruselas, pese a que los checos asumieron la presidencia después de la altamente cargada presidencia francesa de Nicolás Sarkozy, otro favorito de los paparazzi. El mandatario galo no desperdició ninguna oportunidad para sembrar la duda sobre la capacidad de los checos para ser unos líderes sólidos para la UE. La situación provocó numerosos dimes y diretes en la prensa entre Sarkozy y Topolanek, que después se demostraban camaradería cuando coincidían en actos públicos.

Por eso los burócratas europeos respiran aliviados ante el inicio de la presidencia sueca que lidera el primer ministro Fredrik Reinfeldt. Este economista de 43 años convertido en político, aporta una presencia formal y un rostro serio que podría ayudarle a conseguir el apoyo de sus colegas ministros para sacar adelante sus propuestas.

Los suecos sostienen que el cambio climático y la crisis económica son sus grandes prioridades, y los dos problemas no son excluyentes. El gobierno sueco, uno de los líderes que impulsa serias medidas de protección ambiental, debe convencer incluso a los estados con menos recursos para que destinen dinero al medio ambiente. Además, en la próxima cumbre sobre el clima en Copenhague, la UE desea que las naciones más ricas ayuden a cubrir los costes de protección ambiental de los países en vías de desarrollo.

En relación a la crisis económica, Reinfeldt y el ministro de Finanzas sueco Anders Borg ya han advertido a los estados miembro que no pidan más dinero para reforzar sus paquetes de estímulo. Reinfeldt ha dado a entender que un mayor incremento del déficit podría provocar nuevos problemas para la economía europea. "Pediremos estrategias de salida", declara.

Los suecos también quieren aprobar el segundo mandato de José Manuel Durao Barroso como presidente de la Comisión Europea. Barroso no tiene competidores para el cargo y su primer mandato acaba en octubre.

Suecia y otros estados sostienen que es una pérdida de tiempo esperar [la confirmación de Barroso] hasta que Irlanda realice un segundo referéndum sobre la reforma del Tratado de Lisboa y con la esperanza de que gane el sí. Los detractores –muchos de ellos miembros del Parlamento Europeo y cuya aprobación es imprescindible- sostienen que Barroso debería esperar hasta conocer el resultado de la votación en Irlanda.

"Somos conscientes de que va a ser una presidencia difícil", declara Cecilia Malmstrom, ministra sueca de Asuntos Europeos, mientras esboza los planes suecos a la prensa. "Ahora se forma el nuevo parlamento, tenemos también a los que salen y posteriormente la creación de la nueva comisión. Además existe incertidumbre sobre el marco institucional con un posible nuevo referéndum en Irlanda, tenemos la crisis económica y otros temas muy complicados", sentencia Malmstrom.

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