¿Te acuerdas de estos terribles secuestros de las FARC?

  • Tras el anuncio de los guerrilleros colombianos de dejar el secuestro como método de extorsión y liberar a diez rehenes militares, repasamos cinco historias que marcarán la criminal herencia de la banda.
Secuestrados por las FARC
Secuestrados por las FARC
GettyImages
María Sorribes Catret

Johan Steven Martínez nació tres meses después de que las FARC secuestraran al sargento Libio José Martínez. Johan nunca conoció a su padre. Se lo devolvieron muerto.

Desde que alcanzó el uso de razón, Johan puso sus esperanzas en un partido de fútbol. Aquel que jugaría con su padre el día en el que el nombre de Libio José Martínez apareciese por fin entre la lista de liberados.

Desde los seis años, su voz en la radio se dirigió "al corazón de los secuestradores". Para intentar ablandarlo sin resultado, año tras año. Una y otra vez.

13 años de cautiverio, 17 cartas a su familia, cuatro vídeos como prueba de vida y un récord, el del secuestrado más antiguo del mundo, terminaron el día en que Johan pudo ver por primera vez a su padre. 

Con la mirada en el cajón de madera, decorado con la bandera nacional, Johan se dirigió de nuevo a los guerrilleros: "Me cortaron las alas. Me cortaron los sueños. Yo siempre quise verlo vivo, pero ustedes me lo devolvieron muerto".

El secuestro del sargento Martínez es uno de los ejemplos más trágicos que han dejado los casi 50 años de herencia criminal de las FARC.

La banda ha prometido este fin de semana olvidarse del secuestro con el que financia parte de su lucha armada y liberar a los diez efectivos de las Fuerzas Armadas que mantiene capturados.

El Gobierno ha querido tomarse el anuncio con prudencia. Y detrás de su cautela, asoma el testimonio de decenas de familias que no olvidan años de extorsión y demasiada angustia.

Las cadenas se las quitó su hijo

Marzo de 2010. A las 9 de la noche la Cruz Roja Internacional confirmó a Gustavo Moncayo que la comisión humanitaria que se internó en la selva de Caquetá tenía a su hijo. Libre. Se lo llevaron cuando, con cara de adolescente, cumplía servicio militar como cabo del Ejército a los 19 años. Regresó con 31.

Nada más llegar al aeropuerto, después de ser liberado,  él mismo pudo quitarle a su padre las cadenas había llevado en el cuello y en las manos durante años para exigir la libertad de su hijo.

Escondido en un tronco, supo que había escapado

Once años, once meses y 17 días mantuvieron cautivo las FARC al sargento de policía Luis Alberto Erazo. Fue el único superviviente que escapó de la matanza de cuatro rehenes. Cuatro de sus compañeros muertos.

Con heridas en el rostro, flaco y huecos negros entre los dientes, un Erazo liberado relató a los medios que "rezar incluso por sus captores" fue lo único que le mantuvo con vida. El 9 de diciembre de 1999 fue secuestrado durante un ataque a la estación de policía de Curillo. Después de escapar, pudo conocer por fin a su nieto y ejercer como  abuelo.

Compañeros de ejercicio como César Augusto Lasso, José Libardo Forero o Jorge Trujillo Solarte fueron también secuestrados entre 1997 y 1999. Aún en cautividad, sus familiares esperan que el anuncio sea verdadero.

Pesadillas que no acaban tras el fin del cautiverio

"Los recuerdos siempre estarán. De noche volvemos al cuento de las pesadillas", relató a lainformacion.com hace un año Luís Mendieta, una de las personas que más tiempo ha pasado apresado por la guerrilla colombiana. La vida, después de 12 años alejado de su mujer y su hijo en la selva nunca ha vuelto a ser igual.

Las FARC lo retuvieron en unas condiciones infrahumanas que se materializaron tras la liberación en cinco semanas sin poder caminar. Eso al principio. Una ligera sordera, pesadillas, peor visión y darse cuenta de la brecha emocional de 12 años sin relación con sus hijos llegarían después.

22 minutos, 13 segundos, 15 rehenes

El  2 de julio de 2008 culminó con éxito la Operación Jaque y el rostro de Ingrid Betancourt dio la vuelta al mundo. 2.323 días de cautiverio en la selva para la excandidata a presidenta de Colombia. En 22 minutos y 13 segundos, según relató después el comandante Mario Montoya, fueron rescatados con ella 15 rehenes (Clara Rojas entre los rostros más conocidos). Algunos, con más de una década de cautiverio en sus espaldas.

También fueron arrancados de las tripas de la selva, el "infierno verde", tres estadounidenses que recogían informaciones sobre plantaciones de droga para California Microwave Systems, secuestrados en 2003.

Las primeras palabras de Betancourt tras el rescate contienen implícita la emoción vivida por cientos de exrehenes: "El paraíso, el nirvana debe ser algo muy parecido a lo que estoy sintiendo en este momento. Estos hijos, son mi luz, mi luna, mis estrellas. Por ellos seguí con ganas de salir de la selva de volverlos a ver".

Mostrar comentarios