"Todos hablan con una libertad totalmente nueva y única para el mundo árabe"

  • La oleada de dimisiones en el Gobierno tunecino que buscaba la unidad nacional pone nuevas piedras en el camino para el futuro del país. Pero Mohamed Lahmar, redactor jefe del diario tunecino African Manager, se muestra optimista de cara a las próximas elecciones y apunta a que ya se nota el levantamiento de la censura en los medios de comunicación. Hablamos con él en entrevista telefónica.

¿Qué valoración le merece a usted el gobierno calificado como "de unidad nacional" que nombró el primer ministro Mohamed Ghanuchi y que después ha llevado a una oleada de dimisiones de los ministros de la oposición por considerar que el partido de Ben Alí continuaba demasiado presente?

Los ministros que Ghanuchi ha elegido para el nuevo gobierno tienen nombre propio. Son tecnócratas, que es lo que hace falta para poder hacer segura la situación actual y garantizar la continuidad del Estado.

Además, el nuevo gobierno incluía nuevas sensibilidades y corrientes políticas. La retirada de varios ministros de la oposición tendrá sus consecuencias en la transición del país. Pero la Unión General de Trabajadores de Túnez [a la que pertenecían los tres ministros primeros que han dimitido] sabía perfectamente de antemano que el nuevo gobierno incluiría a ministros del RCD [Agrupación Constitucional Democrática], el partido del presidente derrocado Ben Alí, aunque es cierto que no esperaban que fuera en esa cantidad [12 de un gabinete total de 20 personas].

En mi opinión, el gobierno interino era el equipo oportuno y adecuado. Pero tras la dimisión de los ministros de la oposición, creo que los representantes del RCD se deben rendir a la evidencia y llevar a cabo sus propias conclusiones. Quedan entre algunas personas de lo que queda del gobierno interino miembros que pertenecieron al partido y ejecutivo de Ben Alí, pero que lo abandonaron por desacuerdos con el ex presidente. Esto podría servir como una pista de punto de partida para la nueva situación.

¿Cómo describiría a Mohamed Ghanuchi, que era primer ministro con Ben Alí y conserva el cargo?


Es un hombre con nombre propio desde siempre, que nunca ha estado implicado en todo lo que se reprocha al antiguo régimen y a la familia del presidente derrocado. Es el hombre indicado para este momento. Pero no tiene ninguna ambición política. Su objetivo es preparar un gobierno de transición hasta las elecciones y después se irá.

Pero se está hablando de aplazar esas elecciones hasta dentro de seis meses.


Sí, porque se considera que el periodo de entre 45 y 60 días [establecido por la Constitución tunecina] es insuficiente. Puede ser, y todo el mundo está de acuerdo en esto, que el plazo se amplíe a seis o siete meses para dar tanto a unos como a otros el tiempo suficiente para prepararse. Así [podrán] participar como es debido en estas elecciones, que deben ser libres, transparentes y justas.

¿Cuáles son los primeros pasos que hay que dar ahora a parte de conseguir un gobierno interino estable?

La prioridad más absoluta es garantizar la seguridad y la calma. Ahora las cosas se están normalizando y hay una seguridad del 90 por ciento, como han dicho las autoridades. Los mercados están aprovisionados y las tiendas están abriendo.

Una de las cosas más urgentes ahora es suprimir el estado de emergencia que ejerce de cortafuegos y permitir la vuelta a los colegios y a las universidades a los estudiantes.

¿Y esta normalización llevará mucho tiempo?

No lo creo. Esta semana las cosas habrán vuelto al orden.

¿Cree que las nuevas elecciones significarán realmente el comienzo de una verdadera democracia en Túnez?

Totalmente. Nadie puede contradecir que estas elecciones son absolutamente necesarias para poder garantizar el desarrollo del país y retomar el camino del crecimiento.

¿Cómo calificaría la noticia del derrocamiento de Ben Alí?

Es una muy buena noticia. Es una reivindicación popular y nacional unánime. Hay que buscar la forma de retomar el camino hacia la libertad y la democracia y dejar de lado una Policía y unos mecanismos de seguridad absolutamente intratables.

¿Ustedes ya han notado algún cambio en lo que se refiere a la libertad de prensa?

Totalmente. En la televisión los debates que se organizan a lo largo del día todo el mundo habla y se expresa sin ningún tipo de censura. Los bloqueos sobre los periódicos y las páginas web se ha levantado. Todos hablan con una libertad totalmente nueva y única para el mundo árabe.

[En African Manager] quizá hayamos sido los primeros en lanzar esta cultura de libertad, incluso antes del derrocamiento de este régimen [de Ben Alí]. Ya entonces hablábamos de manera diferente a los otros medios de comunicación.

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