Tres años después de la violación a Amanat, los abusos en la India se han disparado

    • Este miércoles se cumple un nuevo aniversario de la violación colectiva a la joven en un autobús, que cambió para siempre la mentalidad de la sociedad india y produjo cambios del Gobierno.
    • A pesar del clamor popular se han producido 33.000 casos el último año, dicen las ONG que trabajan en ese pais. "Mi vecino me ha violado desde que tenía 11 años", uno de los testimonios de las víctimas que llegan desesperadas a estas asociaciones.
Las mujeres indias, víctimas de más 30.000 violaciones al año.
Las mujeres indias, víctimas de más 30.000 violaciones al año.

El 16 de diciembre de 2012 quedará enmarcado en la India como uno de los días más infames de su historia reciente. Este miércoles se cumplirán tres años de la brutal violación de Amanat, una joven de 23 años que fue salvajemente ultrajada en el interior de un autobús de Nueva Delhi por seis personas. La víctima murió pocos días después en un hospital de Singapur, a consecuencia de las terribles heridas.

El caso conmocionó al mundo y aquella violación múltiple supuso una bisagra inevitable para la sociedad india. Los detalles del suceso fueron tan brutales como las confesiones posteriores de algunos de los abusadores de la chica, quienes llegaron a admitir que “se lo merecía por andar por la calle a esas horas de la noche”.

Amanat no es el nombre real de la víctima de tal atrocidad. En la India, las mujeres violadas se mantienen anónimas ante la opinión pública y la prensa la bautizó de ese modo. La historia de esta estudiante de fisioterapia provocó estupor mundial. Viajaba en un autobús con un amigo de regreso a casa, tras ver la película 'La vida de Pi' en el cine de un centro comercial. En el interior del vehículo se encontraban seis hombres, ebrios y enardecidos. Primero golpearon al acompañante de la mujer y después se abalanzaron sobre ella. La torturaron y se turnaron para violarla durante más de una hora, con el bús en movimiento. Mientras lo hacían, llegaron a introducirle una barra de metal que desgarró su vagina.

Las bestias después arrojaron a la pareja a una cuneta. Estaban desnudos. La joven fue ingresada en un hospital con un cuadro irreversible: lesión cerebral aguda, paro cardíaco y pulmones y abdomen seriamente comprometidos. Los médicos debieron extraer sus intestinos para intentar salvar su vida, pero 13 días después (el 29 de diciembre de 2012) murió en un hospital de Singapur. “Fue muy valiente y luchó por su vida durante mucho tiempo contra todo pronóstico, pero las heridas eran demasiado graves”, dijo en su momento el médico de Singapur que la asistió.Un paradigma para la India

A partir de ese momento, las calles de la India se inundaron de manifestantes. Fueron millones quienes expresaron su ira y dolor en un país que hasta entonces registraba cifras atroces de ataques a las mujeres en la más absoluta impunidad. Las estadísticas pueden sonar inverosímiles en pleno siglo XXI, pero hay lugares en el mundo donde esto todavía sucede. "El caso Amanat fue un paradigma para la sociedad india. En estos tres años se han endurecido las penas de violadores, se han facilitado las denuncias de víctimas y el Gobierno ha indroducido en las administraciones públicas a mujeres para que cumplan sus labores como juezas y policías. Esto ha facilitado que quienes padezcan este flagelo rompan el silencio", comenta a Lainformacion Luz Sanz, delegada de la Fundación Vicente Ferrer en Madrid. Esta entidad posee un centro de acogida para mujeres desamparadas en Anantapur, y presencia en más de 3.000 pueblos y aldeas en zonas rurales de la India, donde asisten a víctimas de abusos, entre otros dramas.

Raptos de mujeres cada 20 minutos, 33.707 violaciones este año (en 2014 fueron alrededor de 20.000) y más del 56% de los matrimonios infantiles del planeta son datos atroces que sigue arrojando la India, a pesar del caso Amanat y de los esfuerzos gubernamentales. En ocho estados, más de la mitad de las mujeres son casadas antes de los 18 años. "Las estadísticas reales hablan de esa tendencia, pero también es verdad que hubo un aumento de casos y denuncias porque ahora las mujeres se animan a romper el silencio", cuenta Sanz.Testimonios desgarradores

Diana Ros es la presidenta de la ONG SOS Mujer. Su fundación tiene sede en Vrindavan, una localidad situada a 150 kilómetros de Nueva Delhi, donde asisten a diario a decenas de víctimas de abusos y malos tratos, a través de apoyo psicológico y jurídico. Sus voluntarias y las de fundación Vicente Ferrer están acostumbradas a escuchar testimonios desgarradores cada día, la mayoría de niñas.

El de Keejane es un claro ejemplo. Llegó lastimada y ensangrentada. Había escapado de su hogar y estuvo meses a la deriva. Tiene 16 años, pero la obligaron a casarse a los 9 con un hombre 40 años mayor que ella. Él murió y, tras quedar viuda, con lo que eso significa en la India, la violaron en reiteradas ocasiones. "Un vecino me obligaba cada tarde a acompañarlo a su casa. Me sometió desde que tenía 11 años", cuenta desesperada, a través de los asistentes sociales que la asisten.

Desgraciadamente, su caso no es atípico. La India es el país con mayor número de matrimonios infantiles registrados en todo el mundo en términos absolutos, según el International Center of Research of Woman. El 56% de las mujeres de las zonas rurales se ha casado antes de los 18 años, la edad legal para contraer matrimonio. De ellas, un 18% lo ha hecho antes de los 15, según UNICEF. La vida después de Amanat

Cuatro de los violadores de Amanat fueron sentenciados a la horca, aunque el Tribunal Supremo indio anuló posteriormente la condena contra dos. Otro era menor de edad y fue enviado a un reformatorio, y el restante murió en su celda. Según la Policía, se quitó la vida. A raíz de este caso, millones de ciudadanos exigieron un endurecimiento de las condenas para violadores y la reforma de las leyes. El Gobierno escuchó el clamor popular y prometió agravar las penas. También, presionado por la opinión pública, anunció que aplicaría las leyes de protección a las mujeres. Pero aún no ha podido atajar un drama constante.

La tendencia ha ido en aumento: 33.707 casos este año. No obstante, si se atienden los datos de encuestas recopiladas por las asociaciones consultadas, una cuarta parte de los indios admite haber cometido al menos un acto de violencia sexual. “La cifra de violaciones podría ser entre 50 y 200 veces mayor a los casos que denuncian las mujeres”, aseguran los especialistas.

¿Por qué se siguen violando a tantas mujeres en la India? “La tasa de infanticidios por sexo y violaciones, en un país donde hasta se han prohibido las ecografías, para frenar el índice de homicidios y abortos de mujeres embarazadas de niñas no merma", dicen las expertas.

"Queda muchísimo por hacer. La base de todo es la educación, en un país de 1.200 millones de habitantes, donde un tercio de personas viven bajo la línea de pobreza. Las violaciones no cesan por diversos motivos: las castas, la ignorancia, la cultura del patriarcado...", asegura Sanz. En su opinión, "las cosas no cambiarán de la noche a la mañana. Se necesita un acuerdo de Estado entre Gobierno, ONGs, Comunidad y representantes sanitarios", concluye.

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