Tres rocambolescas alianzas amenazan con derrotar a Netanyahu en Israel

  • Entre otras medidas, el primer ministro ha prometido anexionarse el Valle del Jordán si gana las elecciones del próximo martes.
Benjamin Netanyahu, presentando su plan para anexionar el Valle del Jordán
Benjamin Netanyahu, presentando su plan para anexionar el Valle del Jordán
EFE

Benjamin Netanyahu ha decidido virar más a la derecha en su discurso para imponerse en las elecciones generales de Israel que tendrán lugar el próximo martes. Y lo ha hecho a sabiendas de que el voto más nacionalista suele salir reforzado en épocas de crisis con Cisjordania y Gaza. Por eso, una de sus principales promesas en campaña ha sido anexionar el Valle del Jordán si resulta elegido. Esta propuesta ha derivado en una nueva escalada de violencia en Gaza.

Desesperada ante un probable nuevo triunfo de Netanyahu, la oposición israelí se presenta a las elecciones del 17 de septiembre en tres grandes alianzas que mezclan ideologías e identidades políticas y están plagadas de contradicciones internas. Aunque los comicios del 9 de abril estuvieron marcados por la polarización del electorado entre las dos primeras fuerzas, fueron 14 los partidos que contaban con posibilidades reales de entrar al Parlamento.

De esos 14, 11 finalmente cruzaron el umbral del 3,25% necesario para entrar a la Knéset (Parlamento), por lo que se desperdiciaron cientos de miles de votos en partidos que rozaron esa cifra pero no lograron superar el corte. La noche del 29 de mayo cuando, tras la imposibilidad de Netanyahu de formar una coalición de gobierno, la Knéset votó su disolución y convocó nuevas elecciones, la oposición comprendió que debía reformular su estrategia para la nueva cita.

El cambio más destacado desde entonces: una serie de alianzas entre partidos afines y no tan afines, con el objetivo de asegurarse el mínimo de votos para obtener escaños y captar nuevos votantes que permitan disputar el liderazgo a Netanyahu construyendo una coalición de centro izquierda, en oposición a la de derecha que busca formar el mandatario.

Unión Democrática (de las izquierdas)

"Estamos aterrados ante la posibilidad de que haya un Gobierno de derecha liderado por Netanyahu y sus socios, y cualquier otro escenario es preferible para nosotros y nuestros votantes", explicaba esta semana Guilad Kariv, candidato por la alianza Unión Democrática. Esta facción incluye al Partido Verde, escindido del Laborista; al Partido Democrático de Israel, recientemente creado por el ex primer ministro Ehud Barak, y al izquierdista Meretz, cuyo líder, Nitzán Horowitz, encabezará la alianza.

Kariv, abogado y rabino reformista, admite que una hipotética coalición de centro izquierda se enfrentaría a "algunos desafíos internos" que dificultarían la formación de un Gobierno y cuestiona que la alianza entre el laborismo y Guesher, una facción de centro derecha, "no tiene la capacidad de revivir a la izquierda israelí".

Omar Bar-Lev, candidato por esta alianza, rechaza las críticas y explica que, "como el bloque de derecha es más grande que el de  izquierda, la única manera de hacer que Netanyahu deje su oficina y lograr un cambio en Israel, es traer a la izquierda a gente que votó a la derecha".

Lista Unida, que representa a la minoría árabe

Una de las alianzas que, según las encuestas, obtendría más votos en los comicios del martes es la Lista Unida, integrada por los cuatro principales partidos que representan a la minoría árabe israelí, que componen cerca del 20% de la población. Tras obtener 13 asientos (de los 120 de la Cámara) en las elecciones de 2015, se escindieron en dos facciones para los comicios de abril y obtuvieron solo 10, por lo que han vuelto a unirse para la próxima cita electoral.

Azul y Blanco, la alternativa más clara

Esta tendencia a la conformación de grandes bloques surge, además, tras haber sido precisamente una alianza la que logró, en los comicios de abril, poner en jaque la continuidad de Netanyahu por primera vez en mucho tiempo. Azul y Blanco, conformada por los partidos Yesh Atid, Telem y Resiliencia Israeli, igualó al Likud de Netanyahu con 35 asientos pero no contó con suficiente apoyo para formar Gobierno, algo que intentará revertir en la cita electoral de la semana que viene junto con las otras alianzas opositoras.

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