Córdoba, 2 mar.- Un total de 37 puestos callejeros han abierto hoy en Córdoba para ofrecer a los apasionados del caracol diversas y suculentas formas de degustar este molusco que cada año atrae hasta la ciudad a numerosos turistas procedentes de otros puntos de la geografía española.
Esta tradición de instalar puestos en las calles, única en España, anticipa un año más la llegada de la primavera, y muchas personas acuden a ellos a mediodía o cuando cae la tarde.
Una vez allí, pueden elegir entre caracoles chicos, los gordos o las conocidas "cabrillas" presentados con diversas salsas, entre ellas la picantota y la de tomate.
Cada puesto tiene su receta especial, ya que muchos se salen de la rutina para ofertar novedosas formas de cocinarlos, como caracoles a la plancha o caracoles ibéricos -aderezados con jamón-.
No obstante, los caracoles clásicos son los chicos, servidos con un caldo caliente, cocido a base de especias como la hierbabuena, los ajos, los pimientos de cornetilla, vino y sal.
La cocinera de Caracoles "El Rescatado", Francisca Molero, ha explicado a Efe cómo comienza cada mañana lavando "muy bien" los caracoles antes de verterlos en las ollas donde serán cocidos.
Durante el proceso de cocción, Molero aviva la llama del fogón en el momento en que el caracol sale del caparazón para que la cabeza del molusco quede fuera y sea más fácil consumirlo.
Finalmente, las especias, los ajos, el vino y la sal, que son los principales ingredientes, se añaden cuando el agua comienza a hervir y se deja a fuego lento una hora y media antes de añadirles las salsas previamente elaboradas.
Por su parte, el dueño de este negocio, José Luis Pavón, ha informado de que suelen vender 70 kilos de caracoles al día y calcula que en total las 37 carpas cordobesas distribuyen cerca de 2.000 kilos diarios.
Pavón, quien se muestra confiado en tener una buena campaña, ha detallado que hasta mediados de abril los caracoles proceden de Marruecos, mientras que a partir de esa fecha la mercancía viene de zonas del levante español, como Alicante y Almería, donde hay unos caracoles más pequeños y sabrosos.
Los puestos ambulantes estarán abiertos hasta el 15 de junio y, como detalle para hacer un guiño al cliente frente a la crisis, las raciones han mantenido en general sus precios y pueden degustarse desde un euro. EFE
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