Un jefe de policía alemán pide separar por religión a los refugiados en los asilos

Resulta difícil de creer que en un país avanzado como Alemania se proponga separar a los refugiados sirios en función de sus creencias religiosas. Pero ha ocurrido. Y no por una cuestión ideológica, como podría pensarse, sino como una medida de orden público.

Las autoridades germanas han constatado que las tensiones entre los sirios musulmanes y sirios cristianos no han desaparecido. Aunque ambas comunidades son igualmente víctimas de la guerra, el factor religioso sigue condicionando las relaciones entre ellos. Sobre todo, en una situación crítica como esta. Están acogidos en centros de refugiados cada vez más masificados. El roce eleva la tensión latente.

"La policía está al límite. Nos llaman constantemente porque hay peleas". Las protestas policiales obedecen a una realidad obvia: "Cuando hay 4.000 personas en residencias que están preparadas para acoger sólo a 700, el encierro conduce a la agresión mutua". Cualquier nimiedad enciende la chispa de la violencia: "Por ejemplo, la cola para ir al baño", comenta un jefe de la policía alemana, Jörg Radek.

Si al hacinamiento se añade las distintas costumbres religiosas, el cóctel explosivo está servido.No les dejan ni cocinar

No sólo los sirios están afectados por el problema. Así ofrecía su testimonio a la prensa alemanael joven iraní Said: "Huí de Irán porque la Guardia Revolucionaria arrestó a mi hermano en una iglesia. Cuando llegué a Alemania, pensé que por fin podía vivir en paz mi religión. Pero si voy a los hogares de refugiados y no puedo declarar abiertamente que soy cristiano, entonces sigo amenazado".

El pastor de la Iglesia Luterana Gottfried Martens muestra numerosas cartas que ha escrito a los responsables de centros de refugiados y a otras instituciones del estado alemán, suplicando que saquen a muchos cristianos afganos e iraníes, algunos bautizados por él mismo, que se niegan a vivir en plena alemania sometidos a la Sharía (ley islámica). "A algunos no les dejan ni preparar sus alimentos en la cocina".

Por este motivo, el comisario Radek ha propuesto alojar a los refugiados según su religión: los musulmanes por un lado y los cristianos por otro. "Tiene todo el sentido separar a los refugiados en función de sus creencias religiosas", afirma en declaraciones a la prensa local recogidas por The Telegraph. Sus opiniones sorprenden en una nación que lleva siglos de historia de convivencia entre confesiones distintas -eso sí, ambas cristianas-, de católicos y protestantes.Peleas hasta con 14 heridos

De momento, sólo el estado Turingia, en el centro del país, ha adoptado la decisión de separar a los refugiados en función de su país de origen. Así lo decidió el ministro-presidente gobierno federal, Bodo Ramelow, del partido de izquierdas 'Die Linke'.

Esto supone, de facto, segregar a los cristianos, que son minoría entre el total de refugiados sirios, para protegerlos de los cada vez más frecuentes ataques de la comunidad musulmana.

El pasado domingo se produjeron graves enfrentamientos en el centro de refugiados de Kassel-Calden, en el norte de Alemania, que se saldó con 14 heridos.

La primera pelea sucedió por la tarde y en ella estuvieron involucrados dos sectores de refugiados que agrupaban a unas 60 personas cada uno. En el segundo enfrentamiento, que aconteció ya de noche, las fuerzas se desequilibraron: 300 contra 70.

Tres días antes, el jueves 24, se desató una trifulca en un centro de asilo ubicado en Leipzig, que involucró a unas 200 personas, entre las que se encontraban sirios y afganos, y en la que volaron mesas y tablones."No todos son activistas por derechos humanos"

Por si fuera poco, la policía alemana ha tratado de evitar las agresiones de los grupos neonazis, que están en contra de la política de bienvenida a los refugiados que ha adoptado el gobierno de la canciller Ángela Merkel.

Además, varios diputados alemanes han exigido que se proteja a las minorías religiosas que están en los centros de refugiados, como cristianos y yazidíes. También se han conocido agresiones entre musulmanes sunníes y chiíes.

Alemania tiene previsto recibir entre 800.000 y un millón solicitudes de asilo para este año.

"Tenemos que quitarnos de la cabeza la idea de que todos los refugiados que llegan aquí son activistas de derechos humanos", dice Max Klingberg, un activista dedicado al cuidado de desplazados de guerra durante 15 años. "Entre los recién llegados hay una no pequeña cantidad de personas cuya religiosidad está al menos al nivel de los hermanos musulmanes".

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