Un kurdo equilibrado y experimentado para cohesionar a la oposición siria

  • Tiene 56 años, lleva 17 años exiliado en Suecia, tiene experiencia como activista político y es kurdo. Así es Abdel Baset Sida, el nuevo presidente del Consejo Nacional Sirio (CNS), el organismo que pretende representar la oposición al régimen de Bachar al Asad.

Ilya U. Topper

Estambul, 12 jun.- Tiene 56 años, lleva 17 años exiliado en Suecia, tiene experiencia como activista político y es kurdo. Así es Abdel Baset Sida, el nuevo presidente del Consejo Nacional Sirio (CNS), el organismo que pretende representar la oposición al régimen de Bachar al Asad.

¿Un cambio esencial? No tanto: según activistas sirios consultados hoy por Efe, Sida, elegido el sábado pasado en Estambul, podrá insuflar nuevas energías al CNS, pero no representa un giro político respecto a su predecesor, Burhan Galion, un académico de 67 profesor en la Soborna de París.

El nuevo líder opositor es también académico: fue profesor de filosofía en Damasco y Libia, antes de trasladarse a Suecia y especializarse en culturas antiguas, pero tiene un perfil más activista que Galion.

"Sida lleva tiempo en política y aporta experiencia, es de los fundadores del CNS y es un hombre equilibrado, independiente y trabajador", opina Hefiz Abdulrahman, miembro del Consejo y defensor independiente de los derechos humanos.

En su opinión debe haber cambios, "tiene que haberlos, porque si no, el CNS se hunde en el desastre; el distanciamiento entre el CNS y el Ejército Sirio Libre aumenta cada día", critica.

Pero "Abdel Baset ha prometido dos cosas: limpiar la casa, es decir remozar las estructuras del CNS, y mejorar la relación con los grupos kurdos de la oposición, establecidos en un Consejo propio", agrega Abdulrahman.

También indica que "Galion era laico convencido; Abdul Baset se sitúa entre los laicos y los Hermanos Musulmanes; será una figura integradora y tratará el CNS como un conjunto unido, no como un conglomerado de corrientes", espera.

Una idea similar expresa Fawzi Zakri, miembro del CNS de orientación islamista.

"En Siria no estamos acostumbrados a tener expresidentes, porque cuando un mandatario llega, suele morir en el cargo. El cambio de presidencia en el CNS ha sido una oportunidad para experimentar la democracia de primera mano", asegura.

Zakri recuerda que el CNS elige a su presidente cada tres meses y aclara que "Burhan Galion recibió presiones de varios activistas" tras haber sido reelegido por tercera vez.

En cualquier caso, las grandes estrategias del organismo, como el apoyo al Ejército Sirio Libre (ESL), una guerrilla formada en buena parte por desertores, no dependen del dirigente, sino que salen del consenso de la Junta Directiva, matiza.

"El hecho de que un kurdo dirija a la oposición es una buena oportunidad para mostrar que los sirios no estamos separados por etnia o religión", evalúa Zakri, que vive en Estambul.

Un activista de los campamentos de refugiados del sur de Turquía, se adhiere a esta tesis.

"Sida trabajará para una causa nacional siria y no representa la facción kurda o cualquier otra corriente", asegura este exiliado, que prefiere no ser identificado.

Además, cree que su trabajo en la frontera no se verá afectado ya que "el CNS es la voz exterior del pueblo sirio y debe llamar la atención del mundo sobre lo que ocurre".

"Pero es un trabajo distinto al que hace el Ejército Sirio Libre en el terreno, aunque desde luego hay coordinación entre las cúpulas de ambas entidades", analiza.

No la suficiente, cree Abdulrahman. "Hay que conseguir que todos los grupos armados estén bajo cierto control del ESL y, de alguna forma, del CNS, para que haya una coherencia entre el trabajo político y la lucha armada, y no se dispersen las actividades", opina.

Una de las grandes preguntas es si Sida podrá alcanzar este control unificado.

En todo caso, no será el próximo presidente de Siria: "Los integrantes del CNS se han comprometido a no asumir cargos en la nueva Siria, una vez caído Asad", recuerda el activista exiliado.

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