Un nuevo tiroteo deja 14 muertos y 17 heridos en EEUU

  • Al menos 14 personas fallecieron y otras 17 resultaron heridas en un nuevo tiroteo perpetrado en Estados Unidos, esta vez en un centro para discapacitados situado en la ciudad de San Bernardino, a 100 km al este de Los Ángeles.

La policía abatió a los dos sospechosos, un hombre y una mujer, tras varias horas de persecución en un gigantesco operativo que movilizó a centenares de agentes locales, del FBI y unidades de élite SWAT.

El hombre fue identificado como Syed R. Farook, de 28 años, un ciudadano estadounidense que trabajaba en el departamento de salud del condado de San Bernardino.

La mujer es Tashfeen Malik, de 27 años. Las autoridades no pudieron confirmar su nacionalidad, pero sospechan que ambos eran pareja.

Una tercera persona fue detenida tras ser vista al salir del lugar del tiroteo, aunque se desconoce si participó en la masacre, de acuerdo con el jefe policial Jarrod Burguan.

El director adjunto del FBI en Los Ángeles, David Bowdich, no descartó que se trate de un acto terrorista. "Es una posibilidad, pero todavía no lo sabemos", declaró.

Compañeros de trabajo de Farook citados por el diario Los Angeles Times aseguraron que éste viajó recientemente a Arabia Saudí, de donde regresó casado con una mujer que conoció por internet.

La pareja tenía un bebé y "estaba viviendo el sueño americano", de acuerdo a las fuentes.

El cuñado de Farook, Farhan Khan, aseguró en una rueda de prensa en la sede del Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR) en Anaheim, al sur de Los Ángeles, no tener "ni idea de por qué lo hizo".

La policía confirmó que Farook acudió por la mañana a la fiesta de Navidad que el condado de San Bernardino organizó para sus trabajadores en el Centro Regional Inland, que atiende a pacientes con discapacidades mentales.

"Estaba en la fiesta y se fue de ella antes de tiempo, enfadado", explicó Burguan, quien afirmó que todavía no se conocen los motivos de la masacre.

Los sospechosos iniciaron el tiroteo en el centro médico alrededor de las 11H00 locales (18H00 GMT), vestidos con ropa de asalto y armados con rifles y pistolas.

"Estaban preparados como si se tratara de una misión", dijo el jefe policial.

Tras varias horas rastreando su pista, que incluso llevó a las autoridades a la localidad vecina de Redlands, los asaltantes murieron abatidos tras enfrentarse a la policía en una calle de San Bernardino.

La masacre de San Bernardino ocurre apenas cinco días después de que tres personas fallecieran y otras nueve resultaran heridas en un tiroteo perpetrado en una clínica de planificación familiar de Colorado, en el oeste del país.

Además, es la más sangrienta desde la matanza en la escuela primaria Sandy Hook, en el estado de Connecticut (este), donde en 2012 murieron 20 niños y seis adultos.

Muchos trabajadores del centro "se encerraron en oficinas y armarios para intentar estar a salvo", relató a la cadena CNN Brando Hunt, uno de los empleados que salió ileso.

Las inmediaciones del centro Inland se convirtieron en un improvisado hospital de campaña donde los heridos recibieron los primeros cuidados.

Muchos salieron aturdidos por el pánico, mientras que otros perdieron sus zapatos en su intento por escapar a las balas.

Olivia Navarro tardó una hora en saber que su hija Jamile, empleada del centro, estaba bien.

"La evacuaron al campo de golf (de al lado). Estaba muy asustada, pero mantenía la calma", explicó esta mujer de 63 años a la AFP.

Paul George, de 28 años, oyó las ráfagas de los disparos desde una gasolinera cercana. "Oí al menos una docena. La policía comenzó a llegar de todas partes y cortó el acceso (al centro)", contó a la AFP.

El presidente estadounidense Barack Obama lamentó una vez más la inmovilidad de los congresistas para modificar la actual ley sobre el control de armas.

"Ahora existe en este país un patrón de tiroteos masivos sin igual en el mundo", afirmó el mandatario en declaraciones a la cadena CBS.

"Podríamos tomar varias medidas, no para eliminar todos estos tiroteos, pero para mejorar las posibilidades de que no se produzcan con tanta frecuencia", aseguró.

El tiroteo también movilizó a varios de los políticos que aspiran a llegar a la Casa Blanca en noviembre de 2016.

"Me niego a aceptar que esto es normal. Debemos tomar acciones ya para frenar la violencia derivada de las armas de fuego", reclamó en Twitter la demócrata Hillary Clinton.

El precandidato republicano Donald Trump deseó de su lado "buena suerte a las fuerzas de seguridad". "¡Ahora es cuando apreciamos tanto a la policía!", escribió en la misma red social.

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