El Ministerio de Defensa británico está investigando a uno de sus soldados. El Ejército ha recibido quejas por la afición de uno de sus soldados a cortar miembros de los insurgentes talibanes y quedárselos como un souvenir.
El soldado habría recogido los dedos en la fase final de su estancia en Afganistán, entre septiembre de 2010 y abril de 2011 en la provincia de Helmand, según las informaciones a las que ha tenido acceso el Huffington Post.
El militar forma parte del batallón de los Argyll y Sutherland Highlanders, del Regimiento de Escocia. Volvió de Afganistán en el mes de abril, según informan medios británicos.
"Es una acusación muy seria", ha dicho el portavoz del Ministerio de Defensa británico, que ha asegurado que "la investigación está en marcha".
El Batallón Argyll y Sutherland Highlanders, está especializado en asaltos aéreos, y en el momento en el que se produjo la supuesta negligencia, estaban de ronda por Afganistán, ayudando a los policías y colaborando en las operaciones alrededor de Helmand.
Sin embargo, no hay datos sobre la compañía en concreto a la que pertenecería el soldado. Desde el Servicio Aéreo Especial de Reino Unido, Clive Fairweather, ha dicho que si la acusación se confirma, sería "horrible" saber que un soldado ha estado coleccionando miembros mutilados como recuerdos.
En ocasiones, algunas unidades deben volver con evidencias que reflejen los resultados del combate o que certifiquen la muerte del enemigo, ha dicho Fairweather. Pero normalmente basta con fotografías o muestras de ADN. Incluso algunos soldados toman trofeos de los enemigos que derriban, pero no partes del cadáver.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios