"Me hice la muerta. Me quedé inmóvil durante una hora, sin moverme, sin ni siquiera respirar. En aquellos momentos solo pensaba en las personas a las que amo, pensaba en el modo de decirles que les quiero. He sobrevivido, pero 89 personas no han tenido la misma suerte que yo".
Así comienza Isobel Bowdery, una sudafricana de 22 años, a contar su experiencia en la sala de conciertos parisina Bataclan.
you never think it will happen to you. It was just a friday night at a rock show. the atmosphere was so happy and...Posted by Isobel Bowdery onDomingo, 15 de noviembre de 2015
"Era solo una fiesta del viernes, un concierto de rock en el que la gente se divertía, bailaba, cantaba y era feliz. Nunca piensas que una cosa así te pueda ocurrir a ti. Aquellas imágenes me perseguirán para toda la vida. Recuerdos de depravación del ser humano, de ninguna consideración por la vida", continúa.
"Me acuerdo del hombre que vigiló si estaba bien en todo momento cuando estaba tirada en el suelo, a las personas que han abierto las puertas para ayudarnos, a todos los que nos han ayudado a huir. A quienes me compraron ropa nueva para quitarme la que tenía llena de sangre. Todo esto me hace creer que este mundo tiene el potencial de ser mejor", recuerda.
Y concluye con un deseo: "No dejemos que toda esa maldad nos venza. Ahora tenemos que ser mejores, tenemos que vivir la vida que estas víctimas inocentes imaginaban pero que ya no pueden disfrutar. Descansad en paz, ángeles. Nunca seréis olvidados".
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