Uruguay debate sobre influencia de presos de Guantánamo en seguridad regional

  • El Parlamento uruguayo se enfrascó hoy en un debate sobre la conveniencia o no de aceptar en el país a presos de Guantánamo, como le pidió el presidente estadounidense Barack Obama al uruguayo José Mujica, y el eventual riesgo de seguridad que ello puede suponer para la región.

Jorge Figueroa

Montevideo, 29 abr.- El Parlamento uruguayo se enfrascó hoy en un debate sobre la conveniencia o no de aceptar en el país a presos de Guantánamo, como le pidió el presidente estadounidense Barack Obama al uruguayo José Mujica, y el eventual riesgo de seguridad que ello puede suponer para la región.

La polémica se dio durante la concurrencia del ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, a la Cámara de Senadores para informar sobre la solicitud estadounidense y la marcha de las negociaciones.

El senador Sergio Abreu, del Partido Nacional o "Blanco", que fue vicecanciller durante el gobierno del presidente Luis Alberto Lacalle (1990-1995) y quien solicitó la presencia del canciller en el Parlamento, advirtió sobre "los riesgos para la seguridad nacional y regional" que supone la llegada a Uruguay de presos de Guantánamo.

"¿Por qué están presos desde hace mas de una década?.¿Qué vinculación tuvieron con Al Qaeda u otros grupos terroristas?", le preguntó el legislador al canciller.

Abreu, experto en derecho internacional, dijo que es muy "loable" que el país quiera colaborar al cierre de la cárcel de Guantánamo pero advirtió que la condición de refugiado que le puede caber a los presos que sean liberados "no es para proteger a personas que pueden representar un riesgo para la seguridad del país y la región".

Uruguay es una nación que defiende los derechos humanos "en toda su extensión" pero en este caso hay "razones de mínima prudencia y sensatez" por las cuales se debería rechazar el pedido estadounidense, agregó.

El legislador recordó en sala los atentados en Argentina contra la AMIA, en 1994, y la embajada de Israel en Buenos Aires, en 1982, el primero con 85 muertos y cerca de 300 heridos y el segundo con 29 muertos y más de 200 heridos.

El "flagelo del terrorismo" lo "vivimos muy de cerca", dijo Abreu, y "por algo" otros países de la región y del mundo se opusieron al pedido de Estados Unidos de acoger a los presos liberados.

"¿Por qué Argentina, Brasil, Ecuador o venezuela no han aceptado ninguno de los presos de Guantánamo?", agregó.

El canciller por su parte afirmó que los hasta seis presos que puede recibir Uruguay "no suponen riesgo para la seguridad del país", descartando que hayan tenido vinculación con Al Qaeda u otra organización terrorista.

Almagro dijo que el Gobierno consultó con los servicios de inteligencia "de cinco países" sobre los antecedentes de los presos, pero por "cuestiones de confidencialidad" de la ley de refugio no quiso dar detalles sobre la identidad ni nacionalidad del los mismos.

Sin embargo, dijo que provienen de países "con guerras civiles o conflictos internos" donde "serían perseguidos" y por ello "no es posible que retornen".

Aseguró que el Gobierno uruguayo "no actuó con ingenuidad" frente al pedido de Obama y dijo que el compromiso con la seguridad nacional y regional "es claro".

"Hemos informado a los países de la Unasur del estado de situación del tema y estamos en consulta permanente con ellos", agregó.

La llegada de los presos de Guantánamo a Uruguay "no está cerrada", entre otras cosas, dijo Almagro, porque depende de que la administración estadounidense logre la aprobación del Congreso.

Pero enfatizó que si se concreta serán "hombres libres en el país" y "no tendrán vigilancia especial".

Esa es "una de las condiciones principales" que puso el Gobierno uruguayo al de EE.UU., aseguró.

El canciller dijo que Guantánamo constituye una "atrocidad y una vergüenza para la humanidad".

"Si reclamamos el cierre de esa cárcel ilegal, no podemos mirar para otro lado", dijo Almagro, y afirmó que el pedido del presidente estadounidense fue aceptado "por razones humanitarias" y de "defensa de los derechos humanos".

Además aseguró que aún no está decidido si los reclusos llegarán a Uruguay en "calidad de refugio o migración".

Las explicaciones de Almagro en el Senado se dan dos semanas antes de la visita oficial que el presidente Mujica realizará a Estados Unidos para reunirse el 12 de mayo con Obama en la Casa Blanca.

Mujica, de 78 años, y exlíder del movimiento guerrillero Tupamaros estuvo preso durante trece años y en duras condiciones antes y durante la dictadura que gobernó en Uruguay entre 1973 y 1985.

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