El venenoso pez león llega al Mediterráneo: no mata pero duele que te mueres

El 'Pterois miles' también conocido como pez león, una criatura tropical con púas venenosas y una dolorosa picadura que puede matar a seres humanos en casos raros, puede estar propagándose en el Mediterráneo.  Las picaduras de sus púas rara vez son mortales para los humanos, pero pueden causar extremo dolor, vómitos y parálisis respiratoria. Uno de los mayores expertos en esta especie, Mike Ryan afirmaba a National Geographic que una picadura del pez león: "no mata, pero hace desear la muerte".

La advertencia llega de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), dentro del plan integral MedMIS para la lucha contra las especies invasoras en las Áreas Marinas Protegidas (AMP) del Mediterráneo, que ha confirmado nuevos avistamientos en Turquía y Chipre. "Eso demuestra que el pez león se está extendiendo, y eso es un motivo de preocupación", afirma María del Mar Otero de la UICN.

A pesar de sus llamativos colores y lentos movimientos, ni siquiera los tiburones se acercan a este pez, lo que les da rienda suelta para alimentarse y eliminar a otras especies que normalmente les mantienen bajo control.

Según han explicado los expertos, fuera del Mediterráneo, esta especie ha demostrado ser una especie invasora agresiva, que se ha extendido de forma progresiva y espectacular en las costas orientales de los Estados Unidos y el Caribe.

Las áreas marina protegidas de Kas-Kekova (Turquía) y Cape Greco (Chipre) han sido los lugares de los avistamientos de los ejemplares de pez león, especie que ya ha ocasionado graves problemas económicos y ecológicos en otras partes del mundo debido a su voracidad, según ha señalado la UICN.

El primer espécimen de pez león avistado en el Mediterráneo se localizó en la bahía de Haifa, en Israel, en 1991. Diez años más tarde, la especie fue avistada nuevamente en la parte norte del Líbano (2012) y en Chipre (2013), situación que se confirma con los nuevos hallazgos en Turquía, incluyendo también áreas marinas protegidas.

Carlos Jiménez del Instituto de Chipre y especialista en la materia, afirma que "esta especie puede tener un fuerte impacto tanto en los ecosistemas como en la economía local".

Así, ha detallado que, ecológicamente, la aparición del pez león conlleva efectos perjudiciales en la diversidad de las comunidades nativas porque es altamente agresivo y tiene la capacidad de reducir el reclutamiento de peces juveniles y de otras especies, ya que en ocasiones se sitúa en lo más alto de la cadena alimenticia.

De esta forma el impacto ecológico de la invasión del pez león también puede incluir un aumento en el crecimiento de las algas al decrecer el tipo de peces que las toman como alimento que, según el ha indicado Jiménez, puede "atraer la llegada de nuevas especies invasoras al debilitar la fauna y la flora local".

En cuanto al impacto económico, la aparición del pez león provoca la reducción de poblaciones de mero y otras especies de valor comercial, dañando las economías de las comunidades costeras que dependen de la pesca.

El pez león también puede impactar en la pesca artesanal así como el turismo náutico y de buceo local ya que es altamente venenoso y su presencia puede coartar a turistas y buceadores. La UICN apunta que la picadura de pez león debe ser tratada de forma urgente ya que puede causar reaccionas alérgicas peligrosas para la salud

Por otro lado, los expertos avisan de que algunos países fuera del Mediterráneo han comenzado a comercializarla como especie comestible, pudiendo ser una vía alternativa entre otras medidas para el mejor control de las poblaciones.