Y a todo esto, ¿qué está pasando en Túnez?

  • Este país mediterráneo desencadenó el efecto dominó de protestas en el mundo árabe, pero tras la salida del dictador Ben Alí poco se ha hablado ya de los impulsores de esta gran revuelta.

La libertad de prensa intenta abrirse camino en la transición tunecina
La libertad de prensa intenta abrirse camino en la transición tunecina
María Torrens Tillack/ Agencias

No es fácil convertir un país en democracia después de 23 años de dictadura, pero Túnez parece avanzar en la buena dirección. Mientras en Egipto Hosni Mubarak sigue apostado en la silla del poder sin intención de abandonarla antes de las elecciones de septiembre, en Túnez Ben Alí salió huyendo a Arabia Saudí cuando las cosas empezaron a ponerse feas.

En el Gobierno interino que ahora rige el país permanece el que fue primer ministro de Ben Alí, el economista y tecnócrata Mohamed Ghanuchi. Es el único miembro del antiguo régimen y Ghanuchi renunció a su pertenencia al partido de Reagrupación Constitucional Democrática (RCD) del presidente depuesto.

La última señal de buena voluntad del nuevo gabinete para tranquilizar las protestas de los tunecinos aún no del todo satisfechos con las medidas adoptadas, ha sido suspender e impedir todas las actividades del RCD. En la práctica esto se traducirá en el fin del partido del dictador, si la Justicia decide a la petición del nuevo gabinete.

Y es que, aunque ahora todos los ojos están puestos en Egipto y buscando cuál puede ser el próximo país afectado por el efecto dominó (en Argelia ya llevan 20 intentos de suicidio a lo bonzo), en Túnez no han cesado del todo las protestas.

Al menos siete personas han muerto desde el pasado jueves en enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas policiales y en disturbios provocados en tres diferentes regiones de Túnez: Sidi Bouzid (donde se originó la Revolución de los Jazmines), El Kef y Kebili.

Todo fue por la muerte de dos manifestantes detenidos en Sidi Bouzid, que murieron quemados la noche del jueves después de que un grupo de desconocidos incendiase la celda de la comisaría en la que se encontraban desde el exterior.

Esa acción se ha atribuido a milicias del RCD y partidarios de Ben Alí por varios testigos presenciales de los hechos. Ya antes habían atacado supuestamente comercios, centros educativos y gubernamentales además de viviendas privadas. Pero este último hecho, con dos muertos, le ha dado motivos más que suficientes al Gobierno de Ghanuchi para suspender cautelarmente al partido de Ben Alí de la que hasta antes de ayer era uno de los principales defensores.

Mejoras en sistema político y cuerpo de seguridad

Mientras tanto, los nuevos miembros del Ejecutivo tratan de organizar unos ministerios y un país caóticos a la vez que deben planificar unas elecciones. Ghanuchi ha prometido que podrán controlarlas observadores internacionales para garantizar que sean limpias y libres.

Una comisión nombrada por el nuevo Gobierno tunecino está investigando el origen de las protestas y la represión policial de los últimos meses.

Y parece que se lo está tomando en serio: la semana pasada detuvieron al ex ministro de Interior como sospechoso de instigar la actuación policial que se saldó con casi 220 muertos, según Naciones Unidas. Además, la limpieza de antiguos cargos directivos en el Departamento de Seguridad Pública del mismo ministerio no hacen más que confirmar la transición que está llevando a cabo el país. Buena falta les hace, pues al menos dos de los manifestantes en las últimas protestas fallecieron -al parecer- por disparos de la policía cuando intentaban asaltar una comisaría.

El actual ministro de Exteriores tunecino, Ahmed Abderraouf Ouna, incluso se ha comprometido ante la Unión Europea a llevar a cabo las reformas necesarias tanto en el ámbito político como económico, además de luchar contra la corrupción. De hecho, hace ya días que el Gobierno tunecino cursó una orden de detención internacional contra Ben Alí en este sentido.

Aunque las palabras se tendrán que demostrar con hechos, las señales son positivas y la Alta Representante de la UE, Catherine Ashton, ha asegurado estar "impresionada por la gran cantidad de trabajo" que ya ha realizado el nuevo Ejecutivo tunecino.

Mostrar comentarios