OPINION

El PSOE da la espalda al Gobierno en el momento más crítico: quedará la hemeroteca

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En uno de los capítulos de la serie Designated Survivor, el presidente de los Estados Unidos (independiente, aunque dentro del Partido Demócrata), trata de endurecer las leyes sobre el control de armas.

Es un asunto delicado porque según la segunda enmienda de la Constitución americana, los ciudadanos tienen el derecho a portar armas. El presidente y su equipo hacen lobby para tratar de convencer a sus rivales, sobre todo, los republicanos. Para sorpresa de muchos, la portavoz del partido le dice que le va a apoyar. Es un asunto de interés nacional.

Todo lo contrario de lo que ha pasado en el Congreso. Ciudadanos propuso votar una proposición no de ley para apoyar al gobierno y al poder judicial en su política frente al desafío soberanista.Pero se ha encontrado con una mayoría en contra, sobre todo socialistas. Han tirado abajo la proposición.

Quizá era demasiado pronto para plantear esa proposición no de ley. Ciudadanos debería haber esperado, dicen algunos. La pregunta es, ¿cuánto debería esperar? ¿A que el incendio sea mayor?

Se trataba solo de un apoyo moral porque no tenía más consecuencias que dar apoyo a un gobierno y al poder judicial en un momento en que las fuerzas soberanistas catalanas están presionando, desafiando y hasta traspasando las fronteras de lo legal. ¿Qué habría hecho el Partido Popular si hubiera estado en la oposición? ¿Apoyar al gobierno?

El PSOE quería introducir una enmienda que aceptara la posibilidad de una "salida pactada". Fue el propio Rivera, de Ciudadanos, catalán, el que rechazó esa posibilidad porque significaría darle alas al independentismo en un momento crítico. No hay salidas pactadas a estas alturas.

En este momento, con las espadas en alto, nadie quiere dar un paso atrás.

Se trata del pulso más fuerte al estado después del 23F. Sería como negociar con Tejero para ponerle una alfombra tras su intento de golpe de Estado.

En el juego del poder, todos los partidos tratan de sacar algún beneficio. Y el PSOE trata de jugar sus cartas. El gobierno va a ganar esta partida, porque la maquinaria del Estado es más fuerte de lo que se piensa. Y tarde o temprano le recordará al PSOE aquella vez que en los momentos más críticos, se negó a apoyarle.

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