OPINION

¿No quedamos en hacerlos más pequeños?

Primero fue el Newton. No sé si se acordarán. Lo lanzó Apple en los años noventa y era una agenda electrónica que se parecía a los lectores electrónicos de libros. Pantalla grande táctil, de menos de cinco pulgadas, y muchas utilidades. Fracasó.

Luego vinieron los primeros lectores electrónicos. Se parecían al Newton porque tenían una pantalla grande. Tenían unas seis pulgadas. Cabían en un bolsillo de una chaqueta y podían leerse libros con enorme comodidad. Un ejemplo era el Sony. Le siguieron modelos más grandes como el iRex de Iliad, con ocho pulgadas, pero ahora parece que hay una competición en ver quién los hace más grandes.

Por ejemplo, el Kindle DX. Es de Amazon y tenía tal amplitud que era mejor usarlo en ambientes universitarios. El DX con sus 9,7 pulgadas superaba en tamaño al Kindle normal de 6 pulgadas. Este último cabía en un bolsillo de una chaqueta. El DX no, desde luego. Y ahora, el iPad de Apple, descubierto ayer, tiene una pantalla de 9,7 pulgadas,con lo cual se apunta a la moda de mientras más grande, mejor. Parece un televisor pequeño.

Tengo la impresión de que, por muy útiles que parezcan, los nuevos aparatos son demasiado grandes. Los lectores de 6 pulgadas tienen la ventaja de que los hombres los pueden llevar en la americana. Los nuevos, no.

Mi hipótesis es que las mujeres serán los clientes más fieles a cualquier cacharro de estos.

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