OPINION

Rodrigo Rato y el día en que Bankia estuvo a punto de saltar por los aires

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Horas antes de que detuvieran a Rodrigo Rato en Madrid, el ministro de Economía Luis de Guindos y el presidente de Bankia, José Ignacio Gorigolzarri, decían que Bankia será el banco más rentable de España dentro de poco.

¿Sabían ustedes que hace tres años Bankia estuvo a punto de saltar por los aires? De hundirse, literalmente y el protagonista era Rato, pero con otro papel.

El lunes 7 de mayo de 2012 los medios de comunicación publicaron una nota firmada por el presidente de Bankia que desconcertó a todos: Rodrigo Rato, presidente de la entidad, dimitía y proponía como sucesor al actual presidente José Ignacio Gorigolzarri.

En aquel momento, 10 millones de cuentacorrentistas de Bankia se miraron espantados: si dimite el presidente, ¿tengo que sacar mis ahorros?

Para esos millones de clientes, Rato era sinónimo de solvencia.

Si Rato había sido puesto allí como presidente de Bankia era por varias razones: una de ellas era su prestigio. Sí, su prestigio, aunque suene a chiste ahora. Rato seguía teniendo la fama de ser autor del milagro económico español de finales de los 90 y principios del 2000. Rato además había estado dirigiendo el Fondo Monetario Internacional de 2004 a 2007.

Rato había llevado la fusión más larga y compleja del sistema financiero español de la historia, y estaba tratando de arreglar un destrozo que él no había causado ni en Caja Madrid ni en las restantes seis cajas que se fusionaron.

Para sanearla, Rato sacó Bankia a Bolsa. Los clientes se tragaron el anzuelo de que las cosas se estaban arreglando en Bankia, pero la verdad es que las cuentas estaban hechas un desastre. Rato decía que habían ganado 300 millones de euros. El auditor externo lo ponía en duda. El gobierno obligó a dimitir a Rato.

¿Qué pasó al día siguiente de la dimisión de Rato? Se lo pueden imaginar.

Pánico.

Es una reacción que empuja a miles de personas a sacar dinero de las sucursales. Como los bancos no tienen efectivo para devolver los depósitos, se genera más pánico al extenderse la opinión de que 'el banco se está quedando sin dinero'.

Es el mayor peligro para un banco.

Apenas abrieron las sucursales, miles de personas entraron en Bankia con el pánico grabado en us rostros. La gente quizá no se acuerde pero el martes 8 de mayo de 2012 se desató una ofensiva de gobernantes, políticos, empresarios y representantes del sector financiero para calmar a las masas asustadas. También en las sucursales de Bankia se repetía el mismo mensaje: "Bankia es solvente, sus depósitos están protegidos hasta 100.000 euros".

Rato también hizo declaraciones elogiando la solvencia y la robustez de Bankia.

Lo milagroso es que la mayoría de los clientes se lo creyeron. Mantuvieron sus cuentas corrientes. Un ejecutivo de un banco importante me dijo que, en aquellos días, ellos esperaban traspasos de cuentas de Bankia a sus sucursales. Pero no hubo tal. Y confesó que estaba sorprendido del comportamiento de los cuentacorrentistas.

Pues bien, debido a esa conjunción planetaria de declaraciones y de templanza de los clientes, Bankia no sufrió un descalabro de proporciones cósmicas. Se mantuvo en pie. Luego recibió unas cuantiosas ayudas (que ahora está devolviendo), y si se cumple el vaticinio de De Guindos y Goirigolzarri -de convertirse en la entidad más rentable-, entrará en el Guinness de los Récords como una de las mayores recuperaciones en menos tiempo de una entidad bancaria.

Con la fama por los suelos, hoy sería imposible concebir a Rato como presidente de Bankia. Pero entonces, lo que desató el miedo fue su salida.

Cosas en las que vale la pena meditar.

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