Un país de gente prometedora

Nos prometieron que en abril se conseguiría un acuerdo entre patronal y sindicatos para reformar el mercado de trabajo. Luego que en mayo. Ayer nos dijeron que en junio.

En julio se cumplirán dos años desde que los sindicatos y la patronal salieron de una reunión en La Moncloa que se llamó Declaración para el Impulso de la Economía, el Empleo, la Competitividad y el Progreso Social.

Bueno, perdón, dos años antes, en 2006, patronal y sindicatos ya habían firmado un Acuerdo para la Mejora del Crecimiento y el Empleo. Fue en mayo de aquel año cuando "los agentes sociales" se reunieron para "favorecer la competitividad, el empleo estable y la cohesión social constituye el propósito primordial de la presente etapa de diálogo social en España".

Se me olvidaba, era la extensión de otro "Acuerdo en la Declaración para el Diálogo", firmado en julio de 2004. No voy a seguir.

La reunión importante fue la que tuvo lugar en julio de 2008 porque ya empezaba a verse las orejas del lobo. La economía no crecía. Iba cuesta abajo. Martinsa había suspendido pagos. Había que llegar a un acuerdo para impulsar el mercado de trabajo. Si no se hacía...

Pues bien: dos años después no se ha hecho ningún acuerdo. Eso me da mucho que pensar. Yo creo que este es un país de gente prometedora, muy prometedora: porque se pasan el día prometiendo cosas que no pueden cumplir.

Reformar el mercado de trabajo, disminuir la temporalidad, estimular los contratos, bajar las cotizaciones sociales, suavizar las indemnizaciones o afrontarlas de otras forma... Mucha promesa. Poca acción.

En fin, lo importante es crear empleo. Lo importante es que la gente llegue a casa por la tarde y diga: "Cari, no te puedes imaginar qué día he tenido". Pero los tenemos ahí, en casa, 4,6 millones de personas en el sofá porque no llegamos a un acuerdo entre sindicatos y empresarios desde hace dos años, cuatro años, seis años... Prometedor.