El gran pacto

    • Rajoy y Pedro Sánchez no sólo se juegan el bien de España, o de sus respectivos partidos, se juegan su propia supervivencia cómo líderes si no consiguen ese poder. 
    • La Gran coalición no sólo debe ceñirse al Gobierno de la nación. Se puede traducir en "El Gran Pacto". Además de concertar diferentes parcelas del Gobierno para cada uno, se puede llegar a un acuerdo general que mantenga el poder territorial en manos de los dos grandes partidos.

Si la lucha por el poder divide las organizaciones, tener poder las une. No hay pegamento mejor que la posibilidad de distribuirlo. Me lo enseñó un líder de IU hace mucho tiempo. En el Ayuntamiento de Madrid yo era Concejal de Personal y él, cómo portavoz de su grupo municipal, podía nombrar varios asesores eventuales (de designación política). Me dio tres nombres para cinco puestos. Cuando le dije que le quedaban dos más, me dijo: tener recursos disponibles para repartir es poder y lo aumenta. Así que en política el poder es un aglutinante importante. Rajoy, persona experimentada en su uso, lo sabe. Pedro Sánchez lo está experimentando. Ambos saben que su liderazgo depende de que consigan formar parte del Gobierno. Por eso están enfrentados. No sólo se juegan el bien de España, o de sus respectivos partidos, se juegan su propia supervivencia cómo líderes si no consiguen ese poder. ¿Tienen que ser excluyente el poder de uno con el del otro? Ahora parece que sí. Pero eso es porque los "a priori" ideológicos de la campaña impiden un análisis sereno de la situación. El PP tiene mucho poder territorial y el PSOE también, aunque éste último ha cedido una parte a Podemos (ejemplo el Ayuntamiento de Madrid) por razones ideológicas ¿Por qué no compartirlo entre los dos? La Gran coalición no sólo debe ceñirse al Gobierno de la nación. Se puede traducir en "El Gran Pacto". Además de concertar diferentes parcelas del Gobierno para cada uno, se puede llegar a un acuerdo general que mantenga el poder territorial en manos de los dos grandes partidos. De manera que se le asegure, por ejemplo, la Presidencia de la Generalidad Valenciana al PSOE y que en Madrid Carmona sea elegido Alcalde. Eso aglutinaría a los barones territoriales con sus líderes respectivos al darles estabilidad. En algún caso se puede contar con Ciudadanos, como parte del Gran Pacto. De manera que se asegura el poder adquirido por el PSOE, y/o se le aumenta.Las críticas a ese "Gran Pacto" es que se deja la oposición a Podemos. Es verdad, pero quedan cuatro años para las elecciones autonómicas y locales (con excepción del País Vasco, Galicia y,  ¿Cataluña?). El poder bien utilizado ayuda a ganar posiciones electorales y en eso el PSOE es maestro. Además, si se hacen bien las cosas la economía va de cara: el euro está barato de manera que las exportaciones se verán favorecidas, el precio del petróleo abarata más nuestra producción y el paro está bajando, con aumento del consumo. En dos años la situación social puede dar un vuelco y los inversores invertirían, al ver estable la situación política, incluido el alejamiento de la escisión catalana.  Claro que ese gran pacto supone cesiones sociales por parte del PP, eliminando el co-pago en sanidad, reconsideración de las pensiones, algún tema fiscal (como el IVA cultural) y un retoque en la Reforma laboral. El giro a la izquierda sería mal visto por los inversores, pero la estabilidad política compensaría sus temores. También el PSOE tendría que ceder en no anular la Reforma Laboral, sólo retocarla y algún tema más. El Gran Pacto puede dejar la situación electoral favorable al PP y al PSOE, con dudas sobre Ciudadanos. Si el desempleo se reduce por debajo del 12% Rajoy se podría retirar cómo el artífice de la recuperación de España y Sánchez se presentaría como el estadista que la pudo hacer posible desde la izquierda. Se podría aprovechar para hacer por consenso las reformas necesarias en la Constitución, el Pacto Sanitario, el Educativo y la Ley electoral. 123 + 69 + 50 son 232 diputados, el 66% del Congreso, suficiente para justificar los acuerdos y hacerlos estables, sobre todo en lo referente a la estructura territorial de Estado. Esa sí sería la segunda transición hacia el éxito.Demasiado bonito para ser cierto.

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