OPINION

De Italia a China, en coche…y sin conductor

sin conductor
sin conductor

Las travesías de coches sin conductor se están convirtiendo en un clásico de la investigación. El Departamento de Defensa de EEUU convoca periódicamente a los investigadores en el Reto Darpa, una carrera de vehículos de la categoría “Kit, te necesito”. Además de las evidentes aplicaciones militares de tales desarrollos (blindados y autos no tripulados), también sirven para ayudar a crear sistemas de conducción para ciegos, como el de la Virginia Tech, a punto de salir a las carreteras de EEUU.

En una recreación del viaje de Marco Polo, el pasado martes salieron de Milán dos caravanas de vehículos sin conductor con destino a China, en el que será el viaje más largo realizado por este tipo de coches: 13.000 kilómetros para testar el futuro de la automatización. Las cuatro furgonetas de color naranja brillante son el resultado del trabajo de VisLab, un laboratorio de visión artificial dependiente de la Universidad de Parma.

Los cuatro vehículos involucrados en la travesía se dividen en dos equipos. En cada uno de ellos, un vehículo pilotado abre camino, seguido por un segundo vehículo sin conductor, pero ocupado por dos técnicos cuya tarea es atajar cualquier fallo que pudiera surgir y tomar el mando en caso de emergencia. De paso, evitan que algún avispado intente robar el coche, aprovechando que “no tenía bicho”: “Es imposible hacer este trayecto sin ayuda humana. Por ello lo llamo una prueba y no una demostración”, dice Alberto Broggi, responsable del proyecto.

Los vehículos, equipados con escánares de láser y cámaras para la detección de obstáculos, irán a paso de tortuga: un máximo de 60 kilómetros/hora, durante las 24 horas del día y tendrán que bregar con los atascos de Moscú, los rigores del desierto de Gobi y las gélidas noches siberianas antes de llegar a Shanghai a finales de octubre…si todo sale como es debido.

Para llevar a cabo la prueba el equipo italiano ha tenido que pedir permiso de tránsito a cada uno de los países involucrados en la ruta, ante la carencia de normas de circulación de conductores sin vehículo. De momento, este tipo de coches está en los laboratorios, pero Broggi cree que en diez años veremos los primeros convoyes de vehículos sin conductor siguiendo a uno tripulado, y en 20 años los primeros vehículos sin conductor.

Las tecnologías desarrolladas por VisLab ya se están incorporando a tractores para semillar campos durante la noche o vehículos para entornos extremos, como las minas. No obstante, hay quien pone en duda la utilidad de estos convoyes hight-tech. El analista Andrew Close, de IHS Automotive, sostiene que “en Australia tienes grandes camiones que cruzan el desierto con tres o cuatro trailers detrás. ¿Para qué necesitas un vehículo autónomo, si puedes conectarlo con un trozo de metal?”

Posibilidades de comercialización: 30%. El coste y los riesgos potenciales son dos obstáculos casi insalvables en la actualidad.

Página web del proyecto.

Visto en NPR, vía Slashdot.

Mostrar comentarios