OPINION

Así luce el barrio chino del futuro

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ROME - SEPTEMBER 2001: A general aerial view taken in September 2001 of Rome, the capital of Italy. (Photo by Ilan Arad/Getty Images)

'Xin Nian Kuai Le' amigos orientales (¡feliz año!). El tigre deja paso al conejo y los ciudadanos chinos en el extranjero vuelven a sus barrios a seguir con su rutina después de la celebración. Y es que no hay gran ciudad que se precie sin su barrio chino propio, esas zonas urbanas en la que reside una gran cantidad de población de origen chino en una sociedad no china.

El estudio de arquitectura con base en Beijing MAD Architects presentó en la 11º edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia cómo en un futuro se podría avanzar en la actualización del concepto actual de barrio chino.

Estos arquitectos consideran que estos barrios llenos restaurantes y falsos edificios tradicionales, sólo representa una imagen kitsch de la China contemporánea, un parque temático histórico que envenena el espacio urbano.

La terapia de choque para poner remedio a esta situación se llama “Uneternal City”, pero se refieren a ella como “la superestrella”, una auténtica ciudad autosostenible que viajará por el mundo, suministrando a sus ciudades de acogida la energía, el comercio y las actividades culturales de miles de chinos que habitarán en ella.

Podríamos definir el concepto como “chinos para llevar” con aroma de Battlestar Galáctica, pero la idea esconde mayores implicaciones socioeconómicas que las de un simple símil. Así se explican los arquitectos locos:

"La Superestrella es una ciudad china portátil que surge como respuesta a la redundante y cada vez más obsoleta naturaleza del actual barrio chino. En lugar de un mosaico desordenado de mala construcción y nostalgia, la estrella es un sistema plenamente integrado, coherente y, sobre todo, una actualización del modelo de Chinatown del siglo 20."

La superestrella será capaz de albergar a 15.000 personas y en ella los habitantes cultivarán sus propios alimentos, reciclarán todos sus desechos y producirán su propia energía hasta que les sobre, para donar un poco de esta autoalimentación eléctrica de nuevo a la red de la ciudad de acogida.

También será capaz de viajar por el mundo (no dicen cómo, pero todo es ponerse), compartiendo la cultura china con las ciudades en las que se acopla. Al interior podrán acceder los habitantes de la ciudad exterior, para experimentar la cocina china, comprar productos de calidad de China, y participar en eventos culturales y celebraciones.

También ofrecerá centros de salud, instalaciones deportivas, lagos de agua potable e incluso un cementerio digital para recordar a aquellos que han pasado a mejor vida (al ser digital, entendemos que los muertos también servirán para crear energía). El objetivo es que los ciudadanos pueden utilizar los talleres para estudiar, diseñar y realizar sus ideas,”sin jerarquía, ni hiponimia, sólo una fusión de la tecnología y la naturaleza, del futuro y la humanidad”.

Según el sitio web de MAD, la superestrella tendrá destinos fijos, como la ciudad anfitriona de los Juegos Olímpicos cada cuatro años. Aunque el primer punto del peregrinar de la “Uneternal City” será, como no, clavarse en las afueras de Roma, donde se ofrecerá "un futuro inesperado, siempre cambiante y perfectamente incrustado en el alma de la ciudad Eterna".

Están locos estos chinos. O quizá todavía no se han acostado...

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