OPINION

Sydney, el lugar ideal para instalar la “Embajada de las Naciones Hundidas”

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The Embassy of the Drowned Nations surge de las aguas como una especie de fusión entre la Atlántida y el Edén, un lugar a medio camino entre el agua y el paraíso pero que se convierte en más que un destino de peregrinaje soñado: es un reducto de salvación para todos los habitantes del mundo cuyas vidas están amenazadas por la elevación del nivel de los océanos y que, dentro de algunos años, podrían empezar a perder sus tierras bajo el mar.

Allí, los refugiados de los países insulares hundidos son bienvenidos y se les dará la oportunidad de llevar cómodamente su duelo, descansar, recuperarse, "aprender de lo que les ha pasado" y, al final, se les dará la opción de unirse a la sociedad australiana.

¿Por qué en Australia? Bueno, porque es muy grande y, al igual que los americanos tienen su Isla de Ellis (conocido lugar de recogimiento para los fatigados de otros países que buscan refugio temporal mientras empiezan una nueva vida) los australianos quieren tener la isla de Fort Denison, también una especie de penal-baluarte que vigila la Bahía de Sydney y que constituirá el núcleo de esta embajada ganada al agua.

El impacto de la elevación de los niveles de los océanos no parece muy preocupante en Sydney, así que el innovador diseño de cono invertido de la isla hará que aumente sus dimensiones según el agua sube de nivel, mientras que al mismo tiempo, se crean nuevas parcelas de tierra en el centro de la mini-ciudad, que irá creciendo en profundidad y no en altura.

Esta tierra estará a disposición para las personas que hayan perdido a los suyos, un nuevo espacio para los que no tienen nada. Una vez se hayan recuperado, ese espacio se dejará a otros que llegan y Australia podrá contar con una nueva fuerza laboral para su desarrollo. Porque la Embajada de las Naciones Hundidas no sería más que una estación de paso antes de la reubicación en la bendita Australia continental.

Una loable idea que horrorizará a los responsables de inmigración aussies; y es que, como diría Zoolander, al ritmo que sube el agua esa embajada se va a quedar pequeña para tantas hormigas.

Posibilidades de que se construya: 0%, aunque el proyecto bien le ha valido al estudio de arquitectura Oculus uno de los premios del SeaChange 2030 + , un "concurso de ideas", patrocinado por el Instituto Australiano de Arquitectos Paisajistas, con el objetivo de hacer frente a los efectos de la subida del nivel del mar en las comunidades costeras.

Fuente: Oculus

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