La Cornucopia inaugura la era de la gastronomía digital

En una época donde las prisas y la falta de tiempo condicionan la vida diaria, cada vez es más difícil cocinar y comer en condiciones. Que se lo digan a los jóvenes, representados por estos dos estudiantes de postgrado del "Grupo de Interfaces de fluidos" del prestigioso MIT, Marcelo Coelho y Amit Zoran, que han diseñado un dispositivo de cocina personal denominado "Cornucopia" que, literalmente, les permite imprimir su propia comida.

El MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) es uno de los lugares punteros en la investigación de la impresión 3D, o la generación de materia a capas. Y no para de demostrarlo con hornadas de buenos investigadores en este campo, que traen bajo el brazo conceptos como la "Cornucopia" (del latín "cuerno de la abundancia"), un dispositivo capaz de pasar por encima a la mismísima Thermomix.

Se trata de una fábrica de alimentos personal que aporta la versatilidad del mundo digital al entorno de la cocina. Es, en esencia, una impresora que genera alimentos en tres dimensiones y que funciona mediante el almacenamiento, la mezcla y el depósito de capas de ingredientes para conformar un alimento-montadito.

El proceso de la Cornucopia se inicia con una serie de latas de alimentos o ingredientes favoritos que están almacenados en cartuchos. Las cabezas de extrusión de cada depósito pueden depositar diferentes combinaciones elaboradas de alimentos gracias a un proceso de modelado por deposición fundida, una tecnología que se utiliza para hacer prototipos de piezas industriales en 3D.

Una vez son depositadas las capas en caliente, la comida se enfría o se mantiene tibia en la cámara de la Cornucopia gracias a una calefacción y a unos tubos de refrigeración se encuentra en los cabezales de impresión. Este proceso de fabricación no sólo permite la creación de sabores y texturas que sería completamente inimaginables a través de otras técnicas culinarias, sino que también proporciona al usuario un control absoluto sobre el origen, la calidad, el valor nutritivo y el sabor de cada comida.

Posibilidades de comercialización: 50%, le salva que es como hacer pizzas en caliente; pero le pierde que esas cabezas de extrusión tienen pinta de atascarse una barbaridad.

Vía Make