Un muñeco de nieve en el desierto gracias al aislamiento por vacío de Panasonic

Los niños que vive en lugares como como Bahrein, donde nunca nieva debido al calor del desierto, no tienen la oportunidad de tocar la nieve, a no ser que se peguen un viaje a un emirato vecino para verla en alguna enorme pista indoor construida artificialmente.

La multinacional japonesa Panasonic realizó hace poco un concurso en donde se buscaba ideas para una misión que permitiera a algunos niños de Bahrein tocar la nieve por primera vez. Y la idea que ha ganado es, al igual que ocurre cuando Mahoma no va a la montaña, transportar un muñeco de nieve 8.000 kilómetros desde Japón a Bahrein, sin ningún tipo de compresores de refrigeración, basándose únicamente en la eficacia de su exclusiva tecnología de aislamiento por vacío.

Todo comenzó con una joven llamada Amina Al-Haddad. El equipo de The Spark Lab de Panasonic, un grupo de investigadores a la vanguardia de la super-ciencia (los encargados de probar las distintas tecnologías ecológicas de Panasonic) recibió un mensaje de esta joven de Bahrein en su página Facebook: "La nieve nunca cae en Bahrein, así que me gustaría mostrar a mi hermanito la nieve por primera vez'. Dicho y hecho.

El material de aislamiento que se ha utilizado para transportar al muñeco de nieve japonés tiene un núcleo de fibra de vidrio y está envuelto por una lámina de plástico-metal. Su eficiencia de aislamiento supera 38 veces la de lana de vidrio y aproximadamente 20 veces la mayor que ofrece la espuma de poliuretano, con una tasa de disminución de la conducción de calor de .0012W/mK (según mediciones de Panasonic). La tecnología se utiliza actualmente en muchos de los electrodomésticos Panasonic, así como en las cajas de los frigoríficos de última generación de la marca.

Pero los chicos del Laboratorio "¡Chispas!" jugaban sobre seguro. No era cuestión de mancillar el honor que se le presupone a todo japonés, permitiendo un sonoro fracaso cuando la niña del Golfo abriera la caja  y se encontrara al muñeco de nieve hecho una sopa de miso. Así que antes probaron el aislante metiendo al mismo muñeco 24 horas en una sauna muy caliente que recreará la canícula del desierto.

El muñeco, por supuesto, salió ileso de la prueba y pudo hacer sin contratiempos el viaje de 40 horas para alegrar el día a los niños de Barhein, que esta vez si que lo vieron desaparecer ante el calor del desierto, no sin antes tirarse una bolas de nieve con las partes que pudieron arrancar de su rechoncha figura.

Fuente: Laboratorio Chispas! de Panasonic