OPINION

Una planta pública de purificación de agua impulsada por los músculos humanos

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A finales del verano de 2009, el Ayuntamiento de Varsovia encargó a la fundación Fundacja Bec Zmiana una instalación que fuese capaz de mostrar los esfuerzos municipales en pos de la revitalización del río Vístula, que atraviesa la ciudad polaca.

Los habitantes de Varsovia hace años que piden a gritos la regeneración del río más grande del país, en su búsqueda por una vida más sana en sus orillas; pero el Vístula sigue siendo el último gran río olvidado de Europa y permanece contaminada por la industria y la agricultura de los últimos 30 años.

El arquitecto Jakub Szczesny propuso un enfoque totalmente nuevo y comunitario para cambiar un panorama enquistado desde la época comunista: una planta de tratamiento de agua impulsado por los músculos de los habitantes de Varsovia.

La isla es una estructura modular de barriles de acero reciclado con nueve máquinas de fitness al aire libre sobre una plataforma de madera de roble de 79 m2. Las máquinas producen una presión en la tubería que conecta con el río y elevan el agua para pasarla por filtros colocados 3 m por encima de la cubierta.

Los filtros son de arena, de ósmosis inversa, de carbón activado y por luz UV. El agua purificada cae sobre una cuenca de acero inoxidable con un acabado en forma de bancada, en la cual la gente puede sentarse a lavarles los pies o cualquier otra parte del cuerpo con el agua que brota desde los filtros situados por encima.

La cuestión principal que plantea esta isla purificadora es la capacidad de cambiar la conciencia de los habitantes de Varsovia en busca de una acción común y la posibilidad de recibir un resultado positivo por su lucha, en este caso por su esfuerzo físico. En este sentido, la instalación es una herramienta de propaganda que sirve para visualizar los cambios positivos que es posible hacer con las manos y los pies de la gente.

La isla, cuyo diseño fue terminado en septiembre de 2009, se baraja instalarla también en la ciudad de Gdansk y está pensada para el uso diario durante la temporada más cálida (desde mediados de marzo hasta mediados de octubre). Cualquiera, sea deportista o no, tendrá la posibilidad de utilizar las máquinas de fitness sin límite de kilometraje, obteniendo a cambio el valor añadido de producir el "efecto mágico" de la limpieza del agua contaminada del legendario Vístula.

Un empujón para muchos polacos que, incluso después de veinte años de la liberalización comunista, todavía no creen en su propio potencial como individuos, en la positiva evolución de su entorno de vida con la aportación personal de cada uno.

[Vía]

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