Por qué la cumbre de París no salvará el planeta

    • 3.000 personas tratarán de llegar a algún acuerdo imposible de alcanzar porque en este terreno las posturas son irreconciliables.
    • Bienvenida la Conferencia de París, pero sería ingenuo pensar que se va a diseñar el próximo capítulo de la historia geológica del planeta.
Hollande
Hollande

Desde luego, las cifras producen vértigo: 150 jefe de Estado o de Gobierno, acompañados por delegaciones de 195 Estados se reúnen en la 21ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, durante las dos primeras semanas de diciembre.

No menos de 3.000 personas que tratarán de llegar a algún acuerdo sobre cómo afrontar el cambio climático, que sustituya a partir de 2020 un tan famoso como inútil Protocolo de Kyoto.

Paradojas

Un acuerdo imposible de alcanzar porque en este terreno las posturas son irreconciliables. Irreconciliables y paradójicas: los países ricos, principales causantes de las emisiones de efecto invernadero que afectan al planeta, serán los defensores de una estricta política de ahorro energético, mientras que los países en desarrollo, con China a la cabeza, que al día de la fecha son los grande emisores de este tipo de gases, se negarán a admitir cualquier restricción que dificulte su propio crecimiento.

A los emergentes no les falta razón cuando aseguran que los países ricos son como el gangster que después de despachar a tiros a la banda rival, propone prohibir las armas de fuego.

Soluciones tecnológicas

Admitiendo que eso del calentamiento sea un problema -que esa es otra- este solo podrá resolverse por una vía tecnológica.

Desde Thomas Malthus y sus erróneas proyecciones demográficas, los pronósticos del hombre sobre su propio futuro se han demostrado sistemáticamente fallidas. Sin salir de este terreno, hasta hace poco más de 50 años, el peligro era el enfriamiento y consiguiente congelación del planeta. Y en la actualidad no faltan científicos solventes que descalifican la metodología que soporta la teoría del calentamiento.

La ciencia evoluciona

Todos esos errores en el pronóstico del futuro se deben casi exclusivamente a que los pronosticadores se negaron a tener en cuenta los avances tecnológicos y científicos. Amenazaron, por ejemplo, con el agotamiento del petróleo sin tener en cuenta los nuevos hallazgos y los nuevos métodos de explotación, que han forzado a una drástica rebaja del precio crudo del crudo.

Bienvenida sea la Conferencia de París, porque siempre es bueno que se conozcan políticos, científicos y burócratas y animen con su presencia a una ciudad que todavía no se ha quitado el miedo del cuerpo, pero sería ingenuo pensar que entre el 29 de noviembre y el 11 de diciembre se va a diseñar, como dicen algunos cursis, el próximo capítulo de la historia geológica de nuestro planeta.

Mostrar comentarios