Los afectados, en un salón del Queen Mary 2
Frederick Evans, de 91 años, y su esposa Gloria Sher, de 82, una antigua productora de Broadway, fueron expulsados de su crucero en el Queen Mary 2, por el que habían pagado 20.000 $ (14.500 €), tras una discusión con unos pasajeros con los que estaban disfrutando de la cena de gala, a los pocos días de embarcar para una travesía de 5 semanas. De acuerdo con la señora Sher, que es judía, otro pasajero le dijo en un momento dado que se callara y luego le soltó que "había demasiados judíos a bordo”.
La Sra. Sher admite en declaraciones al New York Post que se enojó y que le salió el genio de productora teatral, soltando un sonoro “F- - k you!" ¿Cómo te atreves a insultarme?, mientras abandonaba la mesa rumbo a su camarote. A la mañana siguiente el capitán del barco, el comodoro Bernard Warner, fue a buscarles a la habitación y comunicó a la pareja, que viven en Manhattan, que habían insultado a otro pasajero y que tendrían que abandonar el barco, citando el manual de conducta.
Miss Sher afirma que "el capitán nos dijo, a dos personas mayores, que debíamos bajarnos en Quebec y buscarnos la vida para volver a casa. Le rogamos que no lo hiciera”. La pareja, que se habían conocido a bordo del Queen Elizabeth 2 en 1991 y ya habían hecho varios viajes en el Queen Mary 2 con el mismo capitán, se quedó atónita.
Finalmente se les permitió permanecer a bordo durante seis días, hasta que pasaran por New York, gracias a que algunos pasajeros salieron en su defensa. Pero tuvieron que hacerlo encerrados en su camarote, sin salir y con la bebida del mueble bar confiscada. Gloria Sher produjo en la década de los 70 el musical “Shenandoah” que ganó dos premios Tony. “Me han tratado sin respeto y de forma increíblemente grosera. Desde entonces he estado enferma. Han arruinado nuestras vidas. Algo ha cambiado en nosotros. "
Frederick Evans, ex marino británico, dijo que el oficial actuó como una versión moderna de Capitán Bligh ("El motín de la Bounty") negándose a escuchar siquiera su versión de los hechos. Otros pasajeros presentes también consideraron que la pareja fue definitivamente maltratada y tratada sin dignidad; aunque alguno también afirmaba que “la Sra. Sher tiende a ser beligerante cuando bebe”.
La línea de cruceros Cunard, propietaria del Queen Mary 2, no acepta la versión de la pareja y emitió una declaración en la que dijo que ambos habían incurrido en "múltiples incidencias de conducta irrespetuosa y perturbadora hacia los miembros de la tripulación y otros invitados". La línea de cruceros dijo que "apoya plenamente" la decisión del capitán y que ya ha devuelto a la pareja 839 dólares (608 €) como parte del billete no disfrutado.
Un crisol de razas que sí sabe disfrutar en armonía del Commordore Piano Bar.
Vía NY Post
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