¡Visca Catalunya…?

Lo primero a destacar de estas elecciones es la participación. Su crecimiento indica que los votantes se han tomado más en serio que nunca la relevancia de lo que se jugaba. Se han movilizado ante la sensación de que el resultado de estos comicios iba a servir no sólo par elegir el Parlament y el Gobern de la Generalitat. Cataluña decidía como iba a ser el pulso que Mas y sus aliados tendría con el Estado.

Ha habido un pequeño porcentaje las personas que “han pasado” de la votación. Suponiendo que la abstención técnica (la de quienes no votan nunca, enfermos, personas de viaje, fallecidos recientes, …) sea aproximadamente del 20% quedaría sin votar aproximadamente casi menos del 4% de posibles votantes sobre 5,5 millones de electores llamados a las urnas.

Son sólo unos miles de electores que los que han delegado su decisión en los demás ¿Hubieran cambiado los resultados de haber votado estos abstencionistas? No mucho, un poco podría, porque afectarían a los restos que según la ley d’hont se aplica en el reparto de escaños a uno u otro partido. Pero nunca se sabrá. Por tanto, tanto en escaños, como en votos los resultados son significativos.

Lo primero es que los votos no han dado mayoría de votos a los independentistas, pero que su resultado es cercano a la mitad. En consecuencia, Cataluña está dividida en dos bloques casi iguales ¿Sera suficiente para tomar alguna decisión radical en uno y otro sentido? Tanto los unos como los otros, deberían tener en cuenta esta situación respetando los unos a los otros, sabiendo que la mayoría en votos es constitucionalista, pero por poco (52,3%).

Lo segundo es la fragmentación que va a tener el Parlament. No hay ningún claro ganador. Aunque si una lista más votada, muy votada. La de “Junts pel SI”, con 62 diputados y cerca del 40% de votos. Sin embargo en ella hay dos partidos con ideologías divergentes (CDC, ERC), dos asociaciones que unen gente diversa y personas independientes ¿Cómo formar un Gobern razonable con esta composición? La situación no está nada clara si, además, para llegar al poder tienen que pactar con la CUP, anarquistas inmiscibles con CDC, por ejemplo.

El tercero es que Ciudadanos ha subido mucho. Pero sin que pueda gobernar porque las combinaciones que le pudieran dar el poder son demasiado complicadas. Debería haber ruptura en Junt pel SI.

Por tanto, la conclusión es que a partir de estos resultados las negociaciones van a ser complicadas. Primero, para conseguir un Gobern razonable y, segundo, para ver cómo éste encara la relación con los poderes del Estado. De manera que se irá a una situación convulsa, con un President debilitado. Por ejemplo, en los dos últimos años esa situación era relativamente estable.

El actual Conseller d’Economía, Sr. Mas-Colell, ha negociado y conseguido financiación del Ministro Montoro con el respaldo de un grupo parlamentario estable ¿Lo podrá hacer el siguiente Conseller d’Economía? Lo que sí es seguro que la situación no será la misma que antes de estas elecciones. Ni dentro de Cataluña, ni dentro de España.

El Partido Popular debería reflexionar sobre sus resultados. En estas circunstancias de participación sería necesario ser consciente de que su votante ha considerado que en Cataluña su voto no es útil. Por el Gobierno de Rajoy la reflexión debería ser si el proceso que ha seguido la relación Estado/Mas ha sido lo mejor que se pudo hacer.

En todo caso el Gobierno del Sr. Rajoy tendrá que seguir financiando pacientemente a la Generalitat. Algo que los independentistas no agradecerán, pero que mantiene el cordón financiero con el resto de España. Reflexión a la que no debería ser ajena el PSOE.

El resultado final es complejo. Va a haber una confusión de interpretación. De hecho nadie puede asegurar que adjetivo que debe añadir al grito de: ¡Visca Cataluña …! Será: ¿Independent? ¿Española? o ¿Confusa? o no decir nada... El tiempo lo dirá.