Aguirre llora por González... y por ella, en el PP ya se la ve como un cadáver político

  • "No soy quién para dar consejos, pero Aguirre sabe lo que tiene que hacer". Es la sentencia de Maíllo sobre el futuro de Aguirre. Ella lloró ayer por González y por ella. Sabe que tiene imposible ser cartel electoral.

    "Yo soy a la británica, el acta no se deja nunca", confesaba Aguirre a lainformacion.com en la presentación de su libro, 'Yo no me callo'. Ahora tiene más difícil que nunca cumplirlo.

Aguirre admite que la detención de González es un "mazazo": "Si es inocente me conmueve el calvario que va a pasar"
Aguirre admite que la detención de González es un "mazazo": "Si es inocente me conmueve el calvario que va a pasar"
EUROPA PRESS
J.L.G.G
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"No soy quién para dar consejos, pero Esperanza Aguirre sabe lo que tiene que hacer". Palabra de Maíllo, el secretario general in pectore del PP horas después de saltar el caso González. Rajoy es un hombre de servir las venganzas en frío, y con Aguirre no va a ser una excepción.

Son muchas cuentas pendientes y muchas ranas ya en el estanque. El no sabía nada, ya no sirve. Aguirre, un lince político, lloró a la salida de su declaración en la Audiencia por su amigo Ignacio González... y por ella. Es consciente de que no va a ser candidata a la alcaldía y su futuro político está muerto. Como cartel electoral no tiene salida y menos con Cifuentes ganando enteros en Madrid y con la confianza total de Rajoy. 

"Yo soy a la británica, el acta no se deja nunca", confesaba Aguirre a lainformacion.com en la presentación de su libro, 'Yo no me callo'. La detención de González, que negó en un cara a cara con ella que tuviera cuentas en Suiza, la ha dejado sin palabras. Sobre si iba a dimitir Aguirre solo ha podido decir, no por ahora.

"Sigo sin poder creer que se acuse a Ignacio González de haber robado, y si es inocente no le cuento el calvario que le espera", remite Aguirre como un mantra. Ya sabe que González está 'cazado' pero que la siguiente pieza a eliminar, al menos del tablero político, ella. 

Aguirre ha dado muchas lecciones, y ahora le toca dar ejemplo. El partido por ahora le deja sus tiempos, pero Maíllo ha hablado y su frase es clara. Es la forma de actuar de la dirección. Indiferencia del jefe... muerte segura. Lejos ha quedado ya la Aguirre atrevida que decía eso de que su partido era visto como algo antipático y corrupto, que en la política hoy solo ascendían los pelotas. Su equipo ahora permanece en silencio. 

"Hay gente en mi partido que piensa que Rajoy ha sido el mejor presidente que ha tenido España, yo pienso que ha sido Aznar", decía ufana hace tiempo.  "En el PP no somos una secta. Somos mucha gente que pensamos de manera diferente. Los líderes del actual PP "no son liberales".

"Yo soy una política de convicciones y en el actual PP prefieren ser políticos de consenso", ha sido una de sus frases más repetidas. Ahora le pedirán que tenga esas convicciones y se vaya. Con honor, pero adiós. 

La cúpula popular actual aún recuerda las propias palabras y compromisos de Aguirre cuando ya dimitió como presidenta del PP de Madrid, en febrero de 2016, por su “responsabilidad política in vigilando” ante distintas imputaciones de corrupción por el caso Púnica de dirigentes del partido en su comunidad.

Son ya 26 imputados a sus espaldas. Demasiado hasta para la lideresa, que no puede escudarse más en el yo no sabía. González también intentó ser candidato en su día, y Rajoy, con calma (ayer se hacía selfies mientras su otrora enemiga lloraba) dio un golpe de mano. Los rumores sobre González ciruclaban y lo del ático era la espuma de la cerveza, que desde ayer sabe más que amarga. Sobretodo para Aguirre. Volvió para ganar y Carmena le quitó el trono. La infalibilidad de Aguirre se quebró entonces. Cifuentes sí logró gobernar. Ganaba tras una campaña de enfrentamientos poco solapados.Carmena: "No está en situación de estar en el Consistorio"

Ahora, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, se ha sumado al coro de políticos que piden el adiós de una mujer que lo ha sido todo, pero que tiene más pasado que futuro. La portavoz del PP en el Ayuntamiento, Esperanza Aguirre, "no está en una condición adecuada para formar parte del Consistorio" porque "vicia la relación" ha dicho la alcaldesa.

Poco antes de clausurar el Foro Mundial contra las Violencias Urbanas, la alcaldesa ha expuesto a la prensa que la situación de Aguirre es "difícil en el contexto del debate" político, donde son frecuentes las descalificaciones que tanto le desagradan, y más si de fondo aparecen esas "vinculaciones con procesos graves de corrupción".

"Para el Ayuntamiento no es bueno que un concejal esté en esta situación porque vicia la relación", ha insistido Carmena, que ha recomendado a Aguirre que "reflexione y sea consciente". Preguntada sobre si debería dejar el acta, la alcaldesa ha declarado que ella no llega a tanto pero ha insistido en que Aguirre debe "asumir" lo que está ocurriendo porque "para el Ayuntamiento no es bueno que una persona esté en esa situación".

Manuela Carmena no ha querido pronunciarse sobre la detención del expresidente regional, Ignacio González, porque ella no es "comentarista política". Si ha hecho una excepción con Aguirre es porque forma parte del Consistorio.

¿Y Rajoy? Calla. Mal asunto. El PP tiene una larga tradición de cómo conducir a un cargo a la dimisión sin pedirle públicamente su cese. De hecho la suspensión de militancia está a la orden del día, pero las expulsiones siempre son de 'motu propio'.  Ahí están Luis Bárcenas, Rodrigo Rato, Ana Botella, Rita Barberá… Rajoy no se mueve y deja hacer a su equipo. Maíllo ha hablado. Veremos si Aguirre es capaz de mantener esa idea suya de la política. "Yo soy a la británica, el acta no se deja nunca".

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