EL CAMBIO CLIMÁTICO AMENAZA LOS CORALES DE AGUAS PROFUNDAS DEL ATLÁNTICO NORTE

Las poblaciones de coral del Atlántico Norte, claves para mantener la variedad de la vida marina en esa región del planeta, están bajo la amenaza del calentamiento global debido a los cambios en las condiciones climáticas del invierno, lo que perturbaría estos frágiles ecosistemas que sustentan multitud de especies oceánicas.
Así lo afirma un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), publicado en la revista ‘Royal Society Open Science’ y llevado a cabo en colaboración con la Universidad Heriot-Watt, también en esa misma localidad escocesa. La investigación forma parte del proyecto ATLAS, financiado por el programa ‘Horizon 2020’ de la UE.
Los corales permiten que diversas formas de vida marina prosperen construyendo estructuras de arrecifes que proporcionan protección contra los depredadores y espacios seguros para reproducirse.
Los investigadores se centraron en una especie de coral de agua fría conocida como ‘Lophelia pertusa’, que crece en aguas profundas creando arrecifes que son enclaves de biodiversidad. Esas poblaciones se mantienen gracias a pequeñas y frágiles larvas de coral, que se desplazan y nadan en las corrientes oceánicas viajando cientos de kilómetros entre los arrecifes, donde se unen y empiezan a crecer.
Los científicos de la Universidad de Edimburgo utilizaron modelos informáticos para simular la migración de larvas a través de vastas extensiones oceánicas, con el fin de predecir el efecto que los cambios climáticos podrían tener en la supervivencia a largo plazo de las poblaciones de ‘Lophelia pertusa’ en el Atlántico Norte.
CORRIENTES OCEÁNICAS
En su estudio, los investigadores hallaron que un cambio en las condiciones normales del invierno en Europa occidental (uno de los impactos previstos del cambio climático) podría amenazar las poblaciones coralinas. Las corrientes oceánicas, afectadas por los cambios en los patrones del viento, podrían alejar a las larvas de sitios clave en una nueva red de áreas marinas establecidas para ayudar a salvaguardar las poblaciones de coral.
Encontraron que la red de áreas marinas protegidas de Escocia parece estar débilmente conectada, lo que la hace vulnerable a los efectos del cambio climático, cuando una población de corales en el monte submarino Rosemary Bank (costa oeste escocesa) es clave para mantener esas áreas.
Los corales también prosperan en las plataformas de petróleo y gas en el Mar del Norte y al oeste de las islas Shetland (entre las islas Feroe, el suroeste de Noruega y Reino Unido), lo que puede ayudar a salvar una brecha en la red de áreas marinas protegidas entre poblaciones del Atlántico y a lo largo de la costa de Noruega.
“No podemos rastrear larvas en el océano, pero lo que sabemos acerca de su comportamiento nos permite simular viajes épicos. En las redes de coral menos conectadas, las poblaciones se aíslan y no pueden apoyarse mutuamente, lo que dificulta la supervivencia y la recuperación de los daños”, apunta Alan Fox, de la Escuela de Geociencias de la Universidad de Edimburgo.
Por su parte, Murray Roberts, de la Escuela de Geociencias de la Universidad de Edimburgo y coordinador del proyecto ATLAS, subraya que “los fondos marinos de Escocia desempeñan un papel único como trampolín para las especies atlánticas de aguas profundas.

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