ESPECIES INVASORAS DEL NORTE AMENAZAN LA VIDA MARINA DE LA ANTÁRTIDA

Especies marinas procedentes del norte pueden invadir fácilmente las aguas de la Antártida y podrían estar listas para colonizar los ecosistemas marinos antárticos por el calentamiento global, según un estudio internacional liderado por la Universidad Nacional Australiana.
Históricamente, la Corriente Circumpolar Antártida, un frente oceánico donde el agua fría antártica se encuentra con aguas más cálidas al norte, ha sido vista como una barrera que impide el movimiento de la vida marina.
Sin embargo, el estudio, publicado en la revista ‘Ecography’, indica que este frente es a menudo atravesado por algas flotantes que pueden formar balsas llevando crustáceos, gusanos, caracoles y otras algas marinas a través de cientos de kilómetros de mar abierto.
La evidencia fue recogida con mediciones de algas flotantes en tres viajes diferentes con buques en 2008, 2013 y 2014. Los investigadores hallaron a la deriva especies de algas tanto en las profundidades como en la superficie del agua del Antártico.
SIN AYUDA HUMANA
Fraser Ceridwen, de la Escuela Fenner de Medio Ambiente y Sociedad de la Universidad Nacional Australiana e investigador principal del estudio, indica que, “hasta el momento, no parece que las especies del norte estén sobreviviendo en el frío y helado Antártico, pero, con el cambio climático y el calentamiento de los océanos, muchas especies no antárticas pronto podrían colonizar la región”.
"Ahora sabemos que las especies marinas del norte pueden llegar fácilmente a las aguas antárticas. La Antártida es una de las regiones con calentamiento más rápido del mundo y las consecuencias de las nuevas especies estableciéndose podría conducir a cambios drásticos de los ecosistemas", añade.
Por su parte, Peter Ryan, coautor del estudio y profesor de la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), recalca: "A pesar de que vimos más algas al norte del frente polar, todavía encontramos un montón de algas en el agua de la Antártida, especialmente al sur del frente".
Fraser dijo que el estudio ayudará a los científicos a planificar estrategias para la conservación de la vida marina única de la Antártida. "Nos hemos centrado mucho en minimizar las plantas y los animales que son llevados accidentalmente a la Antártida por seres humanos, por ejemplo, con aguas de lastre en barcos. Esta investigación muestra que algunas especies también pueden entrar en la región sin nuestra ayuda”, concluye.

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