La compañía privada SpaceX ha cumplido con éxito este fin de semana una entrega de alta prioridad a la Estación Espacial Internacional (ISS): la primera sala inflable del mundo para astronautas.
A través de un buque de carga Dragon de SpaceX, este nuevo objeto llegó a la ISS este domingo 10 de abril, tras dos días de viaje. Los astronautas del módulo orbital usaron un brazo robótico para capturar la nave cuando se encontraba en órbita, a 400 kilómetros por encima de la Tierra.
Dragon llegó a su destino con más de 3.000 kilogramos de mercancía, entre la que se encontraba esta sala inflable, que ha sido construida por Bigelow Aerospace. La cápsula debe hincharse hasta el tamaño de una habitación pequeña. Según ha informado la NASA, estará lista para su uso el próximo mes, ya que no se inflará hasta finales de mayo.
Los expertos apuntan a que esta tecnología podría cambiar la forma en que los astronautas viven en el espacio. La agencia espacial estadounidense imagina hábitats inflables en un par de décadas en Marte, mientras que la empresa Bigelow Aerospace pretende lanzar un par de estaciones espaciales inflables en sólo cuatro años, a través de contratos de arrendamiento comercial.
Por ahora, esta sala inflable permanecerá fuera del alcance de la tripulación de la estación. La NASA quiere ver cómo funciona la cámara experimental, por lo que la compuerta permanecerá cerrada, excepto cuando los astronautas entren, en contadas ocasiones al año, para recoger mediciones e intercambiar sensores.
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