EL HIELO DEL ÁRTICO CAE A SU SEGUNDO MÍNIMO HISTÓRICO AL ACABAR LA TEMPORADA DE FUSIÓN

- El 5 de septiembre llegó a su nivel más bajo jamás registrado. La capa de hielo del océano Ártico llegó al final de la temporada de fusión a su segunda extensión más baja de media diaria y terminó con el quinto mínimo de septiembre desde que en 1979 comenzaran los registros por satélite, según el Centro Nacional de Datos sobre Hielo y Nieve (NSDIC, en sus siglas en inglés), que pertenece al Instituto Cooperativo para la Investigación en Ciencias Ambientales (CIRES) de la Universidad de Colorado en Boulder (Estados Unidos).
La extensión del hielo marino del Ártico se quedó en su mínimo diario de 4,14 millones de kilómetros cuadrados el pasado 10 de septiembre, cuando descendió rápidamente, y al final del mes pasado promedió 4,72 millones de kilómetros cuadrados. El mínimo de este año está estadísticamente vinculado con el de 2007, cuando se quedó en 4,15 millones de km2 el 18 de diciembre.
Después de que 2016 alcanzara el mínimo histórico jamás registrado, la extensión del hielo marino del Ártico aumentó rápidamente, lo que hizo que este septiembre haya sido el quinto más bajo en los registros por satélite. Hasta ahora, el promedio de ese mes disminuyó en un ritmo del 13,3% por década. Las 10 superficies heladas de septiembre más exiguas se han producido en la última década.
El pasado invierno fue extremadamente cálido en el Ártico, lo que preparaba un escenario de un posible récord en el mínimo de septiembre, pero sobre esa zona del planeta prevaleció un tiempo fresco y tormentoso de junio a agosto, pese a lo cual alcanzó su nivel más bajo conocido el 10 de septiembre, según el NSDIC.
“La temporada de deshielo de 2016 comenzó con una gran cantidad de hielo bastante delgada”, indicó Julienne Stroeve, científica del NSIDC, quien añadió que “esto puede ayudar a explicar por qué, a pesar del tiempo veraniego desfavorable a la pérdida de hielo marino, el mínimo de la temporada terminó empatado con el segundo más bajo”.
La capa de hielo marino del Ártico crece cada otoño e invierno y se contrae en primavera y en verano. Cada año, alcanza su punto mínimo en septiembre. La tendencia a la baja en la temporada estival está influida por la cantidad de luz solar reflejada en comparación con la absorbida, lo que a su vez afecta al clima. El NSDIC indicó que la pérdida de hielo en verano repercute en los ecosistemas del Ártico y facilita la navegación y otras actividades en esa región.
ANTÁRTIDA
Por otro lado, la extensión de hielo marino en la Antártida alcanzó 18,44 millones de kilómetros cuadrados el pasado 31 de agosto, lo que supone la máxima extensión anual, la más temprana en los datos satelitales recogidos desde 1979 y la primera vez que ocurre en ese mes.
Esto supone 240.000 kilómetros cuadrados más que la extensión media para esa fecha, que es de 18,2 millones de kilómetros cuadrados. Pese a que en los últimos años se han registrado superficies máximas de hielo en la Antártida, la de este año es la décima más baja desde 1979.
Los científicos del NSIDC apuntaron que un patrón de vientos intensos que se extendió por casi la mitad del continente desde la Tierra de Wilkes (al este de la Antártida) hasta el mar de Weddell (al otro extremo) contribuyó al máximo temprano del hielo antártico.

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