La UAH diseña unos sensores de fibra óptica capaces de detectar fisuras en puentes y presas en menos de 20 minutos

  • El grupo de investigación GRIFO de la Universidad de Alcalá, en colaboración con la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza), ha diseñado unos sensores de fibra óptica capaces de monitorizar de manera continua grandes infraestructuras, permitiendo detectar con gran precisión y antelación, erosión o fisuras en puentes, presas o vías férreas.
EUROPA PRESS

El nuevo sensor es capaz de 'auscultar' un millón de puntos sensores a lo largo de diez kilómetros de fibra estándar, lo que posibilita que la detección de cualquier problema estructural sea mucho más rápida que en la actualidad, pudiendo detectar cambios de temperatura y/o deformación en menos de 20 minutos.

Estos sensores pueden ser instalados en entornos hostiles (altas temperaturas, riesgo de deflagración, etc.), así como en áreas remotas carentes de fuente de alimentación cercana (desiertos, fondo marino, etc.). Estas investigaciones se han publicado recientemente en la revista 'Optics Letters', perteneciente a la Sociedad Americana de Óptica.

"Aunque la popularidad de los sensores distribuidos de fibra óptica está creciendo, actualmente se utilizan principalmente para detectar fugas en oleoductos y gasoductos, así como para prevenir deslizamientos de tierra que afecten a carreteras o vías férreas", explica Alejandro Domínguez, miembro del grupo de investigación GRIFO.

Tal y como describe el experto, "si una sola de estas fibras se coloca a lo largo de la longitud de un puente, por ejemplo, los cambios en la estructura en cualquiera de los puntos sensores a lo largo de la fibra provocarán cambios detectables en la luz que se desplaza por la fibra, lo cual permitiría actuar preventivamente en la estructura, aumentando la seguridad y reduciendo los costes de mantenimiento".

Domínguez destaca que este tipo de sensores también podría ser utilizado para ámbitos como el aeroespacial. "Es importante saber lo que está sucediendo en cada centímetro del ala de un avión, por ejemplo", declara.

GRIFO trabaja en aumentar el número de puntos sensores en la fibra, lo que podría permitir que la tecnología se expandiera hacia áreas completamente nuevas, como las aplicaciones biomédicas. En este sentido, Domínguez señala que "las fibras ópticas también podrían ser adaptadas para conformar tejidos inteligentes, donde los sensores podrían usarse para monitorizar la salud de una persona, ayudando en la detección temprana de enfermedades". Por ejemplo, los investigadores vislumbran que podría ser posible utilizar dichos sensores de fibra óptica para detectar las desviaciones de temperatura que están presentes en el cáncer de mama.

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