ALICE, un nuevo superordenador "verde" más ecológico, que funciona bajo Linux

  • Con diez veces más potencia que el superordenador anterior, reducirá la emisión anual de CO2 en 800 toneladas
ALICE, el nuevo superordenador de la Universidad de Leicester
ALICE, el nuevo superordenador de la Universidad de Leicester
Leicester University
Lektu / Microsiervos

Para cualquier universidad de prestigio, disponer de un centro de supercomputación es una necesidad, tanto por sus aplicaciones científicas como por el atractivo que representa a la hora de atraer investigadores y becas. Entre los inconvenientes, no obstante, se cuentan la abultada factura de su mantenimiento, así como el impacto medioambiental.

Recientemente, la Universidad de Leicester ha invertido 2,2 millones de libras (unos 2,65 millones de euros) en ampliar sus sistemas informáticos mediante la instalación de un nuevo superordenador denominado ALICE, o Advanced Leicester Information and Computational Environment. Los investigadores de la universidad lo usarán para analizar múltiples problemas, desde el impacto de las diversas políticas gubernamentales en el mercado financiero hasta la evolución de las galaxias.

ALICE, una creación de Hewlett-Packard, es un clúster constituido por 256 nodos de cálculo, 2 nodos de conexión y 2 de gestión, así como un sistema de archivos paralelizado de altas prestaciones con una capacidad de 100 TB, todo ello conectado mediante una red de alta velocidad. Cada nodo está integrado por dos procesadores quadcore Intel Xeon X5550 a 2,66 GHz, junto con 12 GB de memoria RAM. En total, el sistema dispone de 2.048 núcleos para cálculos, y ejecuta el sistema operativo de 64 bits Scientific Linux, desarrollado por Fermilab, el CERN y otros laboratorios de todo el mundo a partir de Redhat Enterprise Linux.

Pese a equivaler a miles de PCs de sobremesa, y ofrecer diez veces más potencia que el sistema que sustituye, ALICE promete ser el superordenador energéticamente más eficiente de su rango.

Naturalmente, cualquier ordenador de este tamaño y prestaciones produce ingentes cantidades de calor, y mantenerlo a la temperatura adecuada es un reto. En el caso de ALICE, todo el sistema se enfría mediante un sistema de refrigeración por agua que la propia universidad ha descrito como "un radiador de coche a lo bestia". Se trata de Ecofris, un producto de la empresa Keysource (especializada en la instalación de centros de cálculo) que hasta ahora solo se había instalado en grandes centros de supercomputación. Según estimaciones de la universidad, Ecofris permitirá ahorrar anualmente 150.000 euros en la factura eléctrica y reducir la emisión de CO2 en 800 toneladas.

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