Amaya Moro-Martín: "Sin ciencia no hay esperanza ni progreso"

  • La plataforma Investigación Digna nació en el año 2010 para defender a los investigadores frente a la reducción de inversiones. Dos años después, sus previsiones de lo que iba a ser el recorte se han quedado cortas.

Amaya Moro-Martín es astrofísica y estuvo once años investigando fuera de España. Por comparación, conoce las imperfecciones de un sistema de investigación anquilosado, poco ágil y sin ningún tipo de estabilidad. La Carta Abierta por la Ciencia en España fue una reacción ante un previsible recorte de 600 millones. El recorte anunciado por el Gobierno ha sido de 2.000.

Pregunta. ¿En España ser investigador es como ser un misionero?

Respuesta. Yo diría que es como ser poeta, que sabes que te vas a morir de hambre pero te gusta lo que haces. Nos sentimos muy afortunados de poder hacer una actividad tan bonita que es útil para la sociedad, el problema es que está muy mal remunerado, aunque lo que buscamos no es que incrementen los salarios, sino que haya cierta estabilidad.

P. ¿En qué situación queda la Ciencia con los recortes?

R. Ahora la situación es absolutamente dramática, estábamos alarmados porque creíamos que el recorte iba a ser de 600 millones de euros y ha sido de 2.000 millones. Esto no es un "qué hay de lo mío", no es la causa de un colectivo particular sino de qué queremos para España y en qué queremos que se base la economía.

P. ¿Por qué lo políticos hacen lo contrario de lo que dicen en Ciencia?

R. Yo creo que es un poco de ignorancia, tienen que abrir los ojos, estudiar muy bien cómo son las economías de otros países y ver que han cambiado el modelo productivo muy poco a poco. No se puede cambiar de la noche a la mañana. A los políticos no les sale rentable apostar por esto porque no se van a ver beneficiados en las próximas elecciones.

P. Estuviste once años investigando fuera de España. ¿Cómo salimos en la comparación?

R. El contraste es brutal y yo creo que mi aportación ha venido por un choque académico y estructural. Aquí el sistema que tiene mucha inercia, está fuertemente basado en el modelo funcionarial y hay muchas cosas que se pueden modificar... Ahora la lucha que tenemos es que quede algo que reestructurar, porque al paso que vamos no va a quedar nada...

P. ¿Qué pasa con los investigadores que se quedan?

R. Los contratos Ramón y Cajal se van a reducir a la mitad, aunque se mejora la cantidad económica. Lo que me preocupa es que sigue sin haber un compromiso firme de que les den una estabilidad. Reduciendo contratos no estás haciendo nada al sistema para mejorarlo, salvo ahorrar dinero a muy corto plazo. Ganas el año que estás firmando los presupuestos, pero el balance es negativo porque pierdes mucho dinero en investigadores que han invertido muchos recursos.

P. ¿Está envejeciendo la Ciencia?

R. Hombre, la edad media de los investigadores en el CSIC es de 58 años. Estamos perdiendo investigadores en un sentido generacional. Los centros se están descapitalizando, cada vez se va a jubilar más gente.

P. ¿Cuál es el principal problema?

R. La falta de planificación y estabilidad. Lo que se está haciendo es bastante irresponsable porque cuando hay dinero llenan los centros de funcionarios y cuando no hay dejan de contratar. Esto es como construir una carretera con asfaltos de muy distintas calidades. Estas fluctuaciones son muy dañinas para el sistema de investigación, la estabilidad y la planificación es fundamental.

P. Sin ciencia no hay...

R. Sin Ciencia no hay esperanza, no hay progreso. No hay educación.

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Antonio Martínez Ron
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