Arranca el Servicio Nacional de Meteorología Espacial

  • La Universidad de Alcalá ha puesto en marcha el Servicio Nacional de Meteorología Espacial, para dar informes diarios sobre las condiciones del tiempo espacial y predicciones, "herramientas esenciales en la gestión del riesgo de los efectos de la actividad solar en las tecnologías vulnerables".

Madrid, 15 dic.- La Universidad de Alcalá ha puesto en marcha el Servicio Nacional de Meteorología Espacial, para dar informes diarios sobre las condiciones del tiempo espacial y predicciones, "herramientas esenciales en la gestión del riesgo de los efectos de la actividad solar en las tecnologías vulnerables".

La meteorología espacial es una ciencia multidisciplinar que abarca la física solar, la física magnetosférica, la geofísica y la física de la ionosfera, recuerda esta universidad en una nota.

Los "meteorólogos espaciales" estudian las alteraciones del campo magnético de la Tierra o el flujo de partículas que, debido a la actividad solar, llegan a las proximidades de la Tierra.

Estos fenómenos pueden afectar el correcto funcionamiento de infraestructuras terrestres -como redes eléctricas, gasoductos y oleoductos-, sistemas de comunicaciones y navegación, y a los satélites.

El Grupo de Investigación Espacial-Meteorología Espacial de la Universidad de Alcalá, en colaboración con investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, han creado este sistema (Senmes, www.senmes.es), un portal web que ofrece un servicio de observación y monitorización, y otro de predicciones de las condiciones del tiempo espacial.

"El sistema de predicción y las herramientas implementadas en el Senmes aumentan y mejoran la capacidad de preparar una estrategia nacional exitosa ante condiciones adversas relacionadas con la actividad solar", señala la Universidad de Alcalá.

Este servicio está dentro del proyecto "Nuevos retos en la ciencia de la interacción Sol-Tierra ante las necesidades tecnológicas de la sociedad actual", financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.

Aunque el Sol parezca un disco amarillo de brillo constante, "la realidad es muy diferente": en sus estructuras magnéticas se producen esporádicamente fenómenos explosivos y violentos, que originan distintos tipos de fenómenos solares como fulguraciones, prominencias, emisiones de masa coronal, etc.

En ellos se liberan grandes cantidades de energía (equivalentes a 40.000 millones de bombas atómicas de Hiroshima), partículas y campo magnético que viajan por el medio interplanetario y que "afectan de forma importante" al entorno terrestre cuando se dirigen hacia la Tierra.

Bajo estas condiciones perturbadas se producen cambios importantes en todas las escalas espaciales del entorno terrestre: magnetosfera, ionosfera o atmósfera, y los efectos son percibidos también en la superficie. Es lo que se conoce como tormentas geomagnéticas, análogas a los tornados o huracanes de la meteorología terrestre.

El astro tiene un comportamiento dinámico que cambia cada 11 años -como las estaciones terrestres-.

Según la Universidad de Alcalá, "son muchos los acontecimientos que han quedado en los registros históricos que ponen de manifiesto los efectos que se producen cuando los eventos de emisiones de masa solar están convenientemente dirigidos hacia la Tierra".

"Esto, a su vez, pone de manifiesto la vulnerabilidad de nuestros sistemas tecnológicos, incluso en latitudes medias, en las que se encuentra España".

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