Así funciona CRISM, la cámara que ha encontrado agua en Marte

    • Permite diferenciar objetos muy parecidos a simple vista.
    • El acceso a sus datos es público y cualquiera puede estudiar las imágenes y datos que toma de la superficie marciana.
Representación de la Mars Reconnaissance Orbiter, la nave de la NASA que orbita Marte y que ha posibilitado el descubrimiento de agua en su superficie gracias a la cámara CRISM. (NASA)
Representación de la Mars Reconnaissance Orbiter, la nave de la NASA que orbita Marte y que ha posibilitado el descubrimiento de agua en su superficie gracias a la cámara CRISM. (NASA)

Marte fue uno de los grandes focos de atención la semana pasada después de que la NASA anunciara que había descubierto evidencias de que había agua salda en la superficie marciana. El hallazgo se produjo gracias a la Mars Reconnaissance Orbiter (también conocida por las siglas MRO), una nave que orbita el planeta rojo desde 2006 y que entre sus instrumentos cuenta con una cámara hiperespectral llamada CRISM, cuyas siglas responden a Compact Reconnaissance Imaging Spectomer for Mars, y que ha sido decisiva para dar con el líquido elemento.

Xavier Ceamanos, ingeniero de telecomunicaciones residente en Toulouse, trabajó en en el pasado con la cámara CRISM durante su tesis doctoral. Lo hizo en un estudio dedicado a conocer mejor la composición de los casquetes polares del planeta, en los que se sabe que se encuentra agua solidificada. "Los casquetes están hechos de hielo de dióxido de carbono, mayoritariamente. Debajo de este material se esconde hielo común, de agua, que de vez en cuando aflora a la superficie. Siendo ambos hielos muy parecidos a simple vista, la cámara permite una discriminación de ambos de manera precisa. Mi trabajo consistía en solventar ciertos problemas técnicos y físicos que impiden un análisis directo de las imágenesCRISMpara tales objetivos".

CRISM ha ayudado a los científicos, desde que comenzó a enviar los datos recolectados, en 2007, a desentrañar diferentes misterios relacionados con la superficie del planeta vecino. La cámara tiene una utilidad muy concreta, explica Ceamanos: "Adquiere imágenes de la superficie de Marte a alta resolución y puede ver objetos de menos de 15 metros. Una cámarahiperespectrales un aparato muy utilizado en la exploración de planetas por satélite ya que tiene la capacidad de descomponer una imagen en cientos de frecuencias que van del espectro visible, las frecuencias que ve el ojo humano, hasta el infrarrojo medio. En otras palabras,CRISMes capaz de ver cientos de coloresque el ojo humano no ve".Lo que el ojo no ve

La habilidad de CRISM para desentrañar la composición del suelo, y subsuelo, marciano, ha sido clave para el hallazgo de agua. "Es capaz de detectar ciertos materiales que son invisibles a nuestros ojos. De la misma forma que un ser humano distingue una naranja de una pelota de tenis por su color, al menos en parte,CRISMconsigue distinguir mineralesen la superficie de Marte que tienen un aspecto idéntico en las frecuencias visibles. De esta manera,la cámara proporciona información de gran utilidad para la comunidad científica que estudia la geología de Marte, suhistoriay, por supuesto, la búsqueda de agua", explica Ceamanos.

Fue así como el equipo de la universidad Georgia estudió las imágenes enviadas por la cámara CRISM para dar con los primeros indicios de que el verdadero motivo por el que aparecían unas líneas en las laderas de la superficie de Marte podía estar causadas por agua en estado líquido. Los datos que esta cámara en concreto de la Mars Reconnaissance Orbiter ha enviado hasta la Tierra son de dominio público y cualquiera puede estudiarlas, desde estudiantes de una universidad en Estados Unidos hasta el común de los mortales en un pueblo de España: "cuanta más gente trabaje con los datos, más descubrimientos habrá". Las imágenes de la cámara CRISM se pueden consultar en este enlace aunque la NASA no las publica en el mismo momento en que se realizan. "Están disponibles un tiempo después de su adquisición ya que las imágenes en bruto deben ser calibradas y convertidas en datos utilizables por la comunidad científica. De esta manera se verifica también la calidad de los datos antes de su distribución", puntualiza Ceamanos.

Han pasado más de 3.700 días desde que la Mars Reconaissance Orbiter se puso en marcha y ha sido a los diez años cuando la misión ha dado el mayor de sus frutos. La nave tendrá compañía en breve ya que la ESA prepara la misión ExoMars que en marzo de 2016 lanzará un satélite que llegará a la órbita marciana en diciembre de 2016 para estudiar la presencia de metano en la atmósfera marciana que, sospecha una de las hipótesis con las que se trabaja, podría ser un signo de la presencia de vida en el planeta.

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