En un vehículo eléctrico o híbrido actual las baterías son el componente más costoso. Una reducción como la anunciada por 24M supondría un importante recorte en el coste de estos coches, lo que los haría mucho más competitivos en comparación a los de motor de combustión.
El nuevo diseño de batería, del que aún no hay mucha información, reduce la cantidad de los materiales necesarios para almacenar la energía. Para ellos se recurre un material semisólido como electrodo, de forma similar a cómo se realiza en las baterías de zinc-aire, que utilizan del aire para producir electricidad a partir de la oxidación del zinc.
La cantidad de materiales de soporte para el almacenamiento de energía influye directamente en la capacidad de almacenamiento de ésta. Pero también añaden peso y ocupan espacio físico.
Además del coste, el peso y el tamaño son de los grandes inconvenientes de las baterías actualmente utilizadas en los vehículos eléctricos. El uso de baterías más eficientes, como las de ión-litio utilizadas habitualmente en portátiles y teléfonos móviles, reduce en parte esos aspectos, aunque su coste es aún muy alto.
Por tanto, si el nuevo diseño consigue reducir la cantidad de materiales de soporte esto conllevaría también una reducción en el tamaño y en el peso, además del coste, lo que contribuiría a lograr que los coches eléctricos fueran más asequibles.
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