Dandis congoleños, el valor de la elegancia como medio de rebeldía social

  • Las Palmas de Gran Canaria.- La exposición "Un sueño de ida y vuelta. La Sape Congolelesa", recoge desde hoy en Casa África el fascinante mundo de la Sociedad de Ambientadores y Personas Elegantes (SAPE), un movimiento social que hace de la elegancia y las estética una forma de rebeldía social

Dandis congoleños, el valor de la elegancia como medio de rebeldía social
Dandis congoleños, el valor de la elegancia como medio de rebeldía social

Las Palmas de Gran Canaria.- La exposición "Un sueño de ida y vuelta. La Sape Congolelesa", recoge desde hoy en Casa África el fascinante mundo de la Sociedad de Ambientadores y Personas Elegantes (SAPE), un movimiento social que hace de la elegancia y las estética una forma de rebeldía social

La muestra, compuesta por una colección de 80 imágenes de Baudouin Mouanda (República del Congo) y Héctor Mediavilla (España) y que se podrá visitar hasta el 29 de abril, profundiza en un movimiento estético y filosófico rico en significados tanto visuales como ideológicos, y pretende dar a conocer una faceta de la realidad cultural africana contemporánea tan desconocida como extravagante.

Además, la exposición transporta a un mundo de elegancia y de supervivencia nacido en los barrios pobres de Brazzaville y Kinshasa, que se exhibe sobre todo en los domingos, días festivos, funerales y bodas.

La SAPE es un modo de vivir a partir del cual se construyen nuevas referencias y códigos de conducta y, sobre todo, a través del que sus seguidores reivindican el derecho a decidir sobre su destino.

Los "sapeurs" adquieren ropa que ni en sueños muchos podrían permitirse, ocultan su origen social y logran una victoria a través de una imagen de prosperidad y de éxito social que lleva consigo un claro mensaje: el rechazo a una pobreza que se les quiere confinar y la reafirmación de una identidad que demanda nuevos estatus de valores.

Los fotógrafos Mouanda y Mediavilla dan a conocer las reglas y prescripciones de este verdadero arte de la apariencia, pero sobre todo, permiten viajar al mundo de los sueños de esta joven población urbana de Brazzaville y Kinshasa y entender que el culto que practican lleva aparejado un mensaje implícito de resistencia.

En esa línea, Héctor Mediavilla dijo a Efe que empezó el proyecto de la SAPE en el año 2003 cuando fue a Brazzaville para formar a fotógrafos profesionales congoleños y, al margen del curso, que duró dos semanas, buscó "contar una historia de vida cotidiana africana que hablase de los tópicos que solemos tener en los países del norte, como las guerras, las tribus, el hambre o los safaris de animales".

Mediavilla comentó que, tras investigar y descartar muchos temas que no le parecieron muy interesantes, descubrió la Sociedad de Ambientadores y Personas Elegantes, "unas personas que hacen de la elegancia casi una religión", y es una manera de "reivindicar su papel en una sociedad con mucho conflicto, con pocas posibilidades laborales".

"El pueblo congoleño ha sufrido tres guerras civiles desde la independencia en 1960, y la SAPE es un posicionamiento social, ideológico y político, mucho más allá de la espectacularidad de su ropa o del contrate que tienen con un entorno de pobreza", destacó.

Por su parte, el director general de Casa África, Ricardo Martínez, subrayó que esta exposición transmite sin intermediación el colorido y la estética de la SAPE.

Martínez explicó que este movimiento es representativo de la creatividad africana, "es el color de la vida frente al blanco y negro de la miseria".

Para Martínez la SAPE es "una filosofía de vida y de igualdad de oportunidades", y que los 'sapeurs' tienen "una actitud de rebeldía ante la injusticia, a la que se enfrenta de una manera no violenta", de tal forma que son una especie de precursores de una parte de la sociedad africana que está "harta de sus tiranos y que quieren elegir su destino".

El 'dandi' africano tiene formación aunque no ve un futuro, agregó, pero se viste elegante porque no quiere que le vean como un miserable, y hay mucha variedad, cada uno con su estilo, para reclamar con una fina estampa que se les tenga en cuenta.

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