Los circuitos electrónicos, con el aspecto y un comportamiento similar al de una pieza de goma flexible, pueden modificarse en su forma y extensión para adaptarse a distintas partes del cuerpo humano, como la mano y la muñeca y seguir siendo funcionales.
Un primer prototipo consiste en una superficie táctil flexible que mantiene sus propiedades conductvias, respondiendo a la presión y al tacto, de forma similar a como funcionan las pantallas táctiles, aunque se deforme, arrugue o estire.
Este tipo de materiales podrían ser la base para el desarrollo de ordenadores y móviles que se llevan de forma similar a prendas de vestir o que forman parte de éstas. Los denominados "wearable computers" u "ordenadores que se llevan puestos" buscan integrarse en la vestimenta o en el cuerpo del usuario en lugar de consistir en un dispositivo independiente y accesorio como sucede actualmente.
Para que sean viables es imprescindible que se trate de dispositivos flexibles que se adaptante en forma y que sean cómodos de llevar, que el usuario no perciba su presencia excepto en lo que a funcionalidad e interacción se refiere.
Una forma de lograrlo es utilizar interfaces táctiles y sensoriales basadas en este tipo de circuitería electrónica flexible en cuya investigación participa Nokia con intención de, entre otras cosas, establecer nuevas posibilidades en la telefonía móvil futura.
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