Rosetta es la misión más compleja que ha llevado a cabo la Agencia Espacial Europea (ESA), cuyos responsables insisten en que está y seguirá siendo un éxito pese a los problemas del módulo Philae, actualmente en modo reposo por falta de energía y agarrado con dos de sus tres patas al cometa.
Philae se separó hace dos miércoles de la sonda Rosetta hacia su objetivo, el cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko, y antes de entrar en estado de hibernación consiguió completar uno de sus principales cometidos: activar el resto de instrumentos, entre ellos el espectrómetro químico y el taladro, y enviar sus datos.
Menos mediática fue la misión de la sonda japonesa Hayabusa, de la agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial. Tal y como informa la agencia de noticias SINC su misión era distinta, pues orbitó sobre el asteroide Itokawa (25143). Esta misión obtuvo más éxito pues atrapó muestras de la superficie y las llevó de vuelta a la Tierra.
Pero una nueva misión está en marcha, ahora la JAXA va a lanzar a su hermana, la Hayabusa 2. Esta se posará sobre el asteroide (162173) 1999 JU3 y aterrizará sobre él en 2018.
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