Durante todo este tiempo ha colaborado con un grupo de ingenieros y estudiantes del Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Cornell, dirigidos por David Lipson, en busca del andador perfecto.
Y ya lo tienen. Se llama Smart Walker, el andador inteligente. Tiene tres ruedas, es eléctrico y en vez de frenos tipo "bicicleta" dispone de un botón extremadamente sensible. Con un suave toque a través del microprocesador al que está conectado acciona un freno que bloquea las ruedas. Así, los ancianos que tengan poca fuerza en las manos podrán usarlo.
"Parece algo simple, pero el diseño ha sido todo un reto", asegura Lipson. El andador debía ser ligero, simple y barato. Einbinder patentó el invento en 1998 pero hasta mayo de este año los ingenieros no consiguieron diseñar baterías y motores lo suficientemente pequeños para que el andador cumpliera estas características.
La esperanza de vida en los países desarrollados cada vez es más alta. En 2050 solo en España seremos 15 millones de personas mayores de 65 años. Viviremos más, pero también padecemos más enfermedades relacionadas con el envejecimiento.
Muchos ancianos tienen dificultad para caminar y requieren el uso de andadores con ruedas. Con la ayuda de estos dispositivos, caminan con más seguridad e independencia. Sin embargo, aun con este apoyo suplementario las caídas son frecuentes. Y las caídas en ancianos tienen consecuencias más graves que en los adultos. Sus huesos son más frágiles y las fracturas están a la orden del día.
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