El minidocumental viaja hacia las fronteras del `e-book´

Cuando vemos el vídeo del testimonio de Romeo Laureta, un humilde pescador de Filipinas, intuimos que esta historia de vida es mucho más que una pieza periodística o un documental de viajes por el mundo. El reportaje y las fotografías que acompañan el vídeo complementan la emoción.

Romeo no quiere que su hijo sea pescador como él: sueña con poder enviarlo a la escuela; pagarle una educación, en definitiva. Sin embargo, no tiene dinero. Vive en una casa alquilada, sin agua ni electricidad.

Quienes nos adentran en la vida real de Romeo son el cineasta Joan Planas y la periodista Ana Salvá. Estuvieron una semana documentando el día a día del pescador filipino. Es uno de los testimonios en multiformato que difunden en su web documental Buscando Historias.

No es un blog de viajes con los tradicionales consejos sobre rutas, alojamientos o lugares a visitar. Ellos "cuentan historias", dentro de un género audiovisual, como es el minidocumental o vídeos de apenas cinco minutos.

Historias, como la de Ding Tao, el vendedor de verduras que no descansa nunca, Whang Od, la tatuadora nonagenaria más vieja de la tribu kalinga, o el hotelero que vive en un hutong o una creyente del té…

Planas y Salvá siempre están en tránsito. Se empotran y conviven con el entrevistado. Ruedan, entrevistan, escriben, fotografían, montan la pieza audiovisual y la difunden cada domingo. Ahora, están recorriendo China, tras su periplo por Filipinas. Próxima parada, Tailandia.

"Grabamos dos cámaras Canon y un monopie. Seguimos a una persona como si fuera su sombra, un día e incluso una semana. Cuando tenemos las imágenes, hacemos una entrevista. La primera temporada la hemos hecho on the road. Hemos publicado 12 historias, una cada domingo", explican.

La charla es por Skype, desde China. Tienen conexión a internet en un hostal de Dali. Sorprende el trabajo híbrido, entre periodismo y antropológico, que están realizando para culminar cada temporada de su serie documental.

Cada testimonio, luego, cobra una segunda vida en formato e-book, que enriquecen con todo el material de texto, vídeo y fotográfico.

"Tenemos dos tipos de e-books. Uno con cada minidocumental por separado, que es gratuito; y otro que incorpora la temporada completa, con todas las historias, material inédito y el making of. En todos estos e-books, el vídeo convive con el texto y la fotografía", señalan.

Estos buscadores de historias se financian a través del crowdfunding. Requieren unos cinco mil euros para cada temporada de 12 historias. Con esta cantidad, pueden continuar el viaje por Asia y contratar a los traductores para las versiones en inglés de los multimedia, a la espera de que algún "medio innovador" apueste por su trabajo.

Todo el contenido de su web documental es creative commons, siempre que se cite su autoría y no se disponga de él para uso comercial.

"Es un proyecto para internet, porque nos permite mezclar los géneros. Por ejemplo, el formato de vídeo de cinco minutos no es para televisión. Pensamos que la televisión es del pasado", afirman desde el otro lado del chat de Skype, mientras termina esta entrevista.

Después de China, viajarán a Tailandia –seguramente hoy ya están allí-, Birmania y, si les llega el presupuesto, a Camboya.

Esos países serán sus próximos destinos para un viaje por Asia que llevan realizando, cámara en mano, desde hace seis meses. Viajan y encuentran historias cada semana, pequeños relatos de vida que también caben dentro de la frontera de un e-book.