Moscú, 4 jul.- El nuevo batiscafo ruso "Kónsul", que se está desarrollando para tareas de rescate y carga por la Armada, ha logrado descender a una profundidad de más de seis kilómetros, anunció hoy el Ministerio de Defensa ruso.
"Con el descenso a la profundidad de 6.270 metros se dieron por terminadas las pruebas estatales del aparato Kónsul en el Atlántico Norte", declaró una fuente citada por la agencia rusa Interfax.
Se prevé que el batiscafo, construido en los astilleros Admiralteiski de San Petersburgo a petición del Ministerio de Defensa rusa, se integre en la equipación de la Armada antes de que concluya 2011, agregó la fuente.
El aparato de titanio, guiado por dos tripulantes, pesa 26 toneladas, mide 8,4 metros de largo y tiene 12 horas de autonomía.
El batiscafo está destinado a realizar operaciones de rescate, depositar y fijar objetos a la superficie submarina, así como levantar cargas con un peso máximo de 200 kilos.
El batiscafo incorpora un equipo manipulador capaz de preparar el fondo marino para facilitar el levantamiento de cargas desde las profundidades mediante embarcaciones de remolque.
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