¿Fueron las pinturas rupestres obra de mujeres?

    • Un análisis de las huellas de manos pintadas en cuevas así lo indica.
    • Los expertos discrepan, pero es el primer análisis con datos sobre el asunto.

Nuestra visión de los humanos que pintaron en las cuevas hace entre 12.000 y 40.000 años es claramente masculina. Las pinturas representan bisontes, antílopes y mamuts, y tal vez por eso los investigadores los han atribuido a cazadores masculinos que pintaban sus hazañas en algún ritual. Pero el investigador de la Universidad de Pensilvania, Dean Snow, tiene otro punto de vista.

Tal y como adelanta National Geographic, Snow ha analizado las huellas de manos encontradas en ocho cuevas del sur de Francia y el norte de España y después de un análisis comparativo concluye que tres cuartas partes de las siluetas correspondían a manos femeninas. "Ha habido un sesgo masculino en los estudios durante mucho tiempo", apunta Snow. "la gente ha hecho un montón de asunciones infundadas sobre quién hizo estas cosas y por qué", añade.

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El estudio de Snow se remonta a hace una década, cuando conoció el trabajo del biólogo británico John Manning, quien descubrió que los hombres y mujeres se deferencia en la longitud relativa de sus dedos: ellas tienen el anular y el índice de una longitud parecida mientras que los hombres presentan mayores diferencias. Intrigado por la cuestión, Snow decidió buscar pistas en las huellas de manos de las cuevas paleolíticas en busca de diferencias que permitieran identificar a los autores.

Para su estudio, que se publica esta semana en la revista American Antiquity, Snow examinó cientos de huellas en las cuevas europeas, pero muchas de ellas estaban demasiado difuminadas para su análisis. En la criba se quedó con 32 siluetas de manos, la mitad de la cueva de El Castillo, en Cantabria, y las otras de cuevas francesas como Gargas y Pech Merle. Mediante un algoritmo diseñado por él mismo, y teniendo en cuenta variables como la longitud de los dedos, el tamaño de la mano y las diferencias de proporción entre los dedos, determinó que 24 de las 32 manos (el 75%) pertenecían a mujeres.

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Algunos expertos son escépticos respecto a estas conclusiones, pues ya se han realziado análisis parecidos en el pasado. El biólogo Dale Guthrie realizó un análisis parecido y concluyó que las manos eran en su mayoría de jóvenes adolescentes. En la cueva de Rouffignac , en la Dordoña (Francia), la arqueóloga de la Universidad de Cambridge Jess Cooney determinó que buena parte de la galería de manos había sido realizada por una niña de unos cinco años de edad, la artista más precoz y prolífica del Paleolítico.

A pesar de las dudas, el estudio de Snow reabre la vieja pregunta sobre quién pintó estas cuevas y con qué intención lo hizo. Hace apenas unos meses otro análisis en la cueva de El Castillo abría la posibilidad de que algunas de las huellas fueran de neandertales y no de Homo sapiens como solemos pensar. Para saber si fueron mujeres las que pintaban mayoritariamente en las paredes se necesitan más datos, pero como apunta el arqueólogo Dave Whitley, es la primera vez que alguien reúne un buen número de pruebas sobre el tema y abre la cuestión sobre el sexo de estos primeros pintores.

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