Google pone en marcha un coche sin piloto más seguro

Durante las últomas semanas se ha convertido en algo bastante común en la Autopista 1 entre San Francisco y Los Ángeles ver un Toyota Prius con un cilindro en forma embudo en el techo. Más difícil de percibir es que la persona que va al volante no conduce realmente.

Según cuenta el diario 'New York Times' este coche es un proyecto de Google, que la compañía ha estado trabajando en secreto, pero a la vista de cualquier vehículo que circule por la zona. Lo especial del mismo es que circula usando el software de inteligencia artificial que imita las decisiones tomadas por un conductor humano.

Con alguien al volante para tomar el control si algo sale mal y un técnico en el asiento del pasajero para supervisar el sistema de navegación, siete coches de prueba han hecho 1.000 millas sin intervención humana y más de 140.000 millas con ocasionales usos de control humano. El coche de Google hasta ha circulado por una de las calles más empinadas de San Francisco. De momento, el resultado es bueno ya que el único accidente, según han confirmado los ingenieros, ocurrió cuando a uno de los coches de Google le chocó otro vehículo por detrás cuando estaba detenido en un semáforo.

Los ingenieros sostienen que los robots pueden reaccionar con mayor rapidez que los seres humanos, tienen la percepción de 360 grados y no se distraen por tener sueño o haber bebido. Hablan en términos de vidas salvadas y de evitar lesiones, ya que más de 37.000 personas murieron en accidentes automovilísticos en los Estados Unidos en 2008.  Añaden además que la tecnología podría duplicar la capacidad de las carreteras al permitir que los coches pueden conducir más cerca unos de otros porque tiene menos margen de error. Como el riesgo de choque sería menor con los cohes-robot podríaN construirse más ligeroS, reduciendo el consumo de combustible. Pero, por supuesto, siempre teniendo en cuenta que para ser realmente más seguro, los coches deben dar mucha más confianza que, por ejemplo, las computadoras personales de hoy, que fallan en ocasiones y con frecuencia se infectan.

El programa de investigación de Google con la inteligencia artificial para revolucionar el automóvil es una prueba de que las ambiciones de la compañía van más allá del negocio de los motores de búsqueda. El proyecto es también una salida distinta a la corriente principal de la innovación en Silicon Valley, que se ha desviado hacia las redes sociales y medios digitales al estilo de Hollywood.